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01 diciembre 2005

SIDA: "Se necesita voluntad"


BBC

Cada día mil personas se infectan de VIH/SIDA en América Latina, según cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En total, 1.700.000 personas viven con la enfermedad en América Latina y unas 450.000 en el Caribe, que es la segunda región en gravedad después de África.
Pese a que se trata del mayor número de infectados en la historia del VIH/SIDA, hay razones para el optimismo, según dijo a BBC Mundo la directora de la OPS, Mirta Roses.
Para Roses, el continente está en mejores condiciones que nunca para luchar contra el VIH/SIDA. Al punto que, en las naciones más pobres del continente, como Haití o República Dominicana, se estarían haciendo auspiciosos avances.
Sin embargo, la evaluación y el trabajo no son uniformes; hace falta, no tanto recursos, como decisión para avanzar, aseguró Roses.


Comparada con el resto del mundo, ¿cómo luce la región?

El panorama es un poco diverso. Por un lado tenemos los países del Caribe, y Guatemala y Honduras, que tienen más del 2% con la población general infectada.
El Caribe en particular, con cifras aún más altas, es la segunda región del mundo después de África Subsahariana por nivel de infección. Y en particular el punto más alto es en Haití, donde es alrededor de casi el 6%.
Sin embargo, tenemos datos muy alentadores, países en los que por primera vez estamos viendo una reducción de los casos nuevos: Bahamas, Barbados, Bermudas, República Dominicana y Haití.
Las zonas más afectadas del continente son las que se han tomado como ejemplo de que sí podemos empezar a reducir la epidemia.


El mes pasado en El Salvador la OPS presentó un plan para reducir la propagación del SIDA en el que se dice que la región tiene las herramientas. ¿Significa esto que las están usando?

Allí es donde tenemos el problema. Disponemos de herramientas en términos de conocimiento, de materiales, de tecnología, de tratamientos, pero no está siendo implementado uniformemente.
Tenemos de 8 a 10 países que muestran haber alcanzado, por ejemplo, el acceso universal por tratamiento con antiretroviral. En tanto, tenemos una docena de países en los que ese acceso ni siquiera llega a un 30%.
Lo optimista del mensaje es que tenemos muestras de que sí podemos aplicar, que sí sabemos cómo aplicar, y que tenemos ejemplos exitosos. Lo desalentador es que no todos están en la misma condición.


¿Cuáles países están haciéndolo bien y cuáles no tanto?

Canadá, EE.UU., Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Costa Rica, Cuba son países que prácticamente están garantizando un acceso universal al tratamiento.
Tenemos por el contrario, Centroamérica y varios países del Caribe, donde las tasas son importantes, pero también el área andina, donde hay menores casos pero también una baja cobertura.

En el caso de países centroamericanos, imagino que la pobreza será factor importante en eso de no poder garantizar acceso a servicios de salud.

Bueno, es relativo, porque entre los casos exitosos tenemos Haití y República Dominicana, siendo Haití el país más pobre del continente.
Yo diría que la explicación es un poco más compleja.

Tenemos importantes recursos que están fluyendo por primera vez a la región de las iniciativas globales más importantes como el Fondo Global, el Programa especial del presidente Bush, y otros donantes bilaterales, como el gobierno de EE.UU. y el de Canadá, que están ayudando con recursos frescos.
Por primera vez en el continente, y en el mundo, tenemos una masa de US$8.000 millones que antes no teníamos. Yo diría que es un conjunto de factores como una mejor coordinación para aprovechar estos recursos, mayor voluntad política y fortalecimiento de los propios sistemas de salud.


Entonces, ¿diría usted que la pobreza ya no es excusa a la hora de establecer planes para luchar contra el SIDA?

Sí, porque tenemos la posibilidad de hacer alianzas y asociaciones muy importantes. Hay países que así lo demuestran, que han podido superar las condiciones de escasos recursos.
Claro que esto requiere mucha creatividad y mucha apertura, mucha convocatoria a que todas las fuerzas de la sociedad colaboren.
Las asociaciones civiles, los grupos sin fines de lucro, el sector corporativo empresario, la seguridad social. Que cada uno se haga cargo de una parte de la responsabilidad para que el compromiso sea de todos.
El lema de este año del Día Mundial del SIDA es, precisamente, mantener la promesa, mantener el compromiso, asumir el compromiso cada uno sobre la población que puede.