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10 mayo 2007

ONU: ojo con los biocombustibles

Si introducimos biocombustibles en el mundo de forma acelerada, podríamos dañar el sustento de la gente y el medio ambiente.

Esa es la advertencia de un informe publicado por Energía ONU, un organismo de cooperación de agencias de las Naciones Unidas dedicadas a la energía.

"El informe intenta hacer un balance de los posibles beneficios de la bioenergía" dijo a BBC Ciencia el doctor Gustavo Best, Vicepresidente de Energía ONU y coordinador de energía de la FAO, la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación.

"Pero también señala los posibles problemas que los biocombustibles pueden causar a nivel ambiental y social", agrega el funcionario.

Entre éstos están las consecuencias graves que tendrá la tala indiscriminada de bosques para destinarlos a cosechas para biocombustibles.

Además está el posible efecto en los precios y disponibilidad de los alimentos con consecuencias negativas en la seguridad alimentaria.

"Por eso creemos -dice Gustavo Best- que este balance debe tenerse en cuenta cuando se toman decisiones políticas".

El documento afirma que los biocombustibles son más efectivos para la energía térmica y eléctrica que para el transporte.

"Las investigaciones actuales concluyen que el uso de la biomasa para la co generación de calor y electricidad, más que para el transporte u otros usos, es la mejor opción para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la próxima década, y la más barata" dice el informe.
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea han establecido metas para la expansión del uso de biocombustibles en sus vehículos.

Y para este uso, se considera que tanto el etanol como el biodiesel son la única opción disponible actualmente para reemplazar a los combustibles de petróleo.

Bosques arrasados

El informe de la ONU, llamado "Energía sostenible: Un Marco para la Toma de Decisiones", sugiere que los biocombustibles podrían ser beneficiosos si se planean adecuadamente.

De lo contrario, agrega, pueden traer consecuencias adversas.

Según el vicepresidente de Energía ONU, "el desarrollo de nuevas industrias de bioenergía puede traer servicios de energía limpia para millones de personas que actualmente no cuentan con ella".

"Y éstas pueden generar ingresos y empleos en las áreas más pobres del mundo".
Pero si se dedican las tierras cultivables a cosechas para bioenergía, los precios de los alimentos y materia prima agrícola podrían dispararse.

Esto, dice el funcionario, tendrá un enorme impacto en los países más pobres donde el ingreso de la gente depende mucho más de la producción agrícola.

Ejemplos recientes se vieron en México y Colombia, donde el precio del maíz se ha disparado debido a la creciente demanda del grano para la producción de etanol en países desarrollados.

"También hemos visto ya estos efectos negativos en el precio del azúcar y del aceite de palma" señala Gustavo Best.

"Esto ha sido beneficioso para los productores, pero muy negativo para los consumidores".
En cuanto a los efectos para el medio ambiente, ya se están viendo en el mundo las consecuencias perjudiciales.

Por ejemplo, en el sureste de Asia, donde la demanda de los biocombustibles ha acelerado la tala de bosques primarios para cultivos de palma.

"La destrucción de ecosistemas que son fundamentales para la absorción de carbono de la atmósfera podría llevar a un aumento neto en las emisiones contaminantes, afirma el documento de la ONU.

Visión holística

La ONU también advierte sobre el impacto en la naturaleza.

"El uso de monocultivos a gran escala -dice el informe- podría conducir a una pérdida importante de biodiversidad, a la erosión de suelo y la filtración de nutrientes".

Pero según el funcionario de la ONU, los beneficios de la bioenergía, "pueden ser enormes".

Por ejemplo, dice, la creación de empleos en zonas rurales, la creación de nueva infraestructura rural y los beneficios a nivel de cambio climático por el desplazamiento de combustibles fósiles.

"El problema que vemos es que ya se están estableciendo programas para cosechas energéticas sin analizar las consecuencias", dice el funcionario.

"El potencial de la bioenergía es enorme, tanto para los países desarrollados como en desarrollo".
"Pero la única forma de lograrlo -dice el vicepresidente de ONU Energía- es que quienes establecen políticas tengan en consideración los efecto positivos y negativos y aseguren la sostenibilidad antes de embarcarse en programas para impulsar el uso de biocombustibles".