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06 enero 2007

Los expertos acaban de pactar el límite de 50 años para recurrir a la reproducción asistida


EL MUNDO (España)

La ciencia ha vuelto a demostrar que puede quebrantar ciertas leyes naturales con éxito. Porque gracias a ella una mujer andaluza de 67 años ha sido la última, y la de más edad, en sumarse a la llamada lista de madres añosas. Hace una semana daba a luz por cesárea a gemelos en un quirófano del Hospital Sant Pau de Barcelona, tras haberse sometido a un tratamiento de fecundación 'in vitro' (FIV) en América. Su caso ha reabierto el debate sobre si se debería limitar la edad a la que se puede tener hijos gracias a las técnicas de reproducción asistida, pese a que la legislación española no contempla ninguna barrera.
Aunque todos los expertos consultados por SALUD coinciden en que este caso excepcional es arriesgado y fuera de toda lógica, la realidad es que cada vez más mujeres españolas están estrenando la maternidad a la edad de ser abuelas. Una prueba de ello es que si en 1996 nacieron en nuestro país 286 niños de madres que habían superado los 45 (siete de ellas más de 50), en 2001, la cifra alcanzaba los 497, 26 de las cuáles superaban el medio siglo de vida. Todas decidieron dar este paso, pese a los riesgos, tanto para ellas como para sus hijos, asociados al embarazo y al parto tardíos. Tampoco fue ni está siendo un impedimento la propia ley de vida: son niños que perderán a sus madres cuando estén en plena adolescencia.
Por motivos profesionales o económicos, porque se producen segundas nupcias o porque se quiere disponer durante más tiempo de la libertad de la que disfrutan los que no poseen cargas familiares, las mujeres, no sólo españolas, están llevando al límite la edad a la que la Naturaleza permite ser madre. Algunas han estirado tanto la cuerda que tienen que recurrir a la ciencia para ver cumplidos sus deseos.
Tal vez la difusión masiva de los avances y éxitos logrados con las técnicas de reproducción asistida está provocando que, consciente o inconscientemente, muchas de ellas estén arriesgando su fertilidad porque pueden depositar su última esperanza en las técnicas de reproducción asistida.
Sin embargo, y pese a que algunos especialistas creen que es difícil juzgar como equivocada la decisión de cualquier mujer a dar vida a un niño a edades tardías, muchos otros, tanto de dentro como de fuera de nuestras fronteras, creen que no tiene sentido embarcarse en la maternidad en una etapa en la que las fuerzas físicas disminuyen día a día y las probabilidades de enfermar aumentan.
Pero, sobre todo, cuando irremediablemente, la madre ha vivido ya mucho más de la mitad de su vida. Para Rafael Bernabeu, presidente de la Asociación Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida (ANACER), que cuenta con 26 centros asociados (de las cerca de 150 clínicas privadas existentes en España), casos como el de la mujer andaluza están fuera de toda lógica. «Es una frivolidad médica. Este hecho no abre ningún camino para la Medicina. No sólo es un riesgo para la madre, si no que sus hijos la perderán muy pronto. Estos niños se quedarán huérfanos en plena adolescencia».
El sentir del doctor Bernabéu es el mismo que el de otros especialistas. Como el que expresa Carmen Cuadro, jefa de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Universitario La Paz de Madrid: «En la red pública el acuerdo alcanzado es el de no realizar tratamientos a mujeres de más de 40 años. Los motivos son porque, a partir de esta edad, las posibilidades de embarazo son muy escasas y habría que repetir los ciclos para lograr el éxito cuando los recursos de los que disponemos son escasos, algo que no sucede en la red privada. Pero, sobre todo, hay que poner límites de edad porque, aunque la mujer defienda su derecho a ser madre cuando ella quiera, su hijo también tiene el derecho de tenerla a su lado el mayor tiempo posible. Y nosotros, que ayudamos a traerlos a este mundo ,también debemos protegerlos a ellos». Otra de las consideraciones que valoran los expertos es que se debe tener en cuenta que la capacidad para atender a los hijos puede verse mermada por el paso del tiempo. Joaquín González, presidente del comité científico de ANACER, reconoce haber vivido de cerca, experiencias negativas en este sentido. «Hemos comprobado algunos casos de madres mayores que tras el nacimiento han tenido problemas para atender a sus hijos. Desde lumbalgias por coger en brazos a los niños a depresiones posparto severas. Pero lo más importante es el futuro de estos menores: tienen madres que son abuelas».Aunque los especialistas consultados no se atreven a valorar como negativo el impacto emocional y psicológico que puede suponer para un infante el que su progenitora sea demasiado mayor, sí hay indicios que permiten pensar que en algunos casos puede tener repercusiones.
No obstante, la verdad última sobre esta cuestión tal vez se revele cuando en un futuro próximo se realicen estudios sobre la nueva generación de hijos cuyas madres han ejercido un papel en la familia que tradicionalmente ha correpondido a dos personas: el de madre y el de abuela.
La Sociedad Española de Bioética recoge en su página web un artículo en que se afirma que «la procreación asistida, que empezó, como el remedio para que una pareja superara un problema de infertilidad, ha ido acogiendo deseos que ya no tratan de imitar la Naturaleza sino de forzar sus límites. Basta pensar en esas madres posmenopáusicas que gracias a la FIV [fecundación 'in vitro'] satisfacen sus deseos de tener hijos a una edad propia de ser abuelas».
SIN TOPE LEGAL
Juan Ruiz Canela, presidente de la Sociedad Española de Pediatría de Atención Primaria, argumenta: «Lo que importa en la atención a un menor es la calidad del cuidado y que se sientan protegidos y estos hechos no tienen porque no producirse por el mero hecho de que la madre sea de edad más avanzada, máxime cuando puede disponer de ayuda en casa. Lo que sí es cierto es que se desconoce qué impacto puede tener para los niños de madres mayores, a diferencia de los de las que son más jóvenes, observar el deterioro físico de su progenitora, porque este declive se produce de forma más rápida conforme pasan los años. Otro hecho distinto es que estos niños van a perder a su madre en plena adolescencia cuando no es lo normal y precisamente en el momento que más la necesitan».
Mientras que en países como Francia está limitada la implantación de óvulos donados en mujeres que superen los 40 años, en nuestro país no se recoge esta limitación. Además, el hecho de que la esperanza de vida de la mujer haya aumentado ha sido uno de los argumentos esgrimidos para aplicar, en ocasiones durante años, los tratamientos de fecundación 'in vitro'. Sin embargo, también hay otras razones.
Las expresa Marcelo Palacios, fundador y presidente de la Sociedad Internacional de Bioética y ponente de la primera Ley de Reproducción Asistida (1988) durante su etapa como diputado socialista: «No establecimos ningún límite de edad porque pensamos que cómo les decimos que, aunque existen tratamientos para poder ser madre cuando la naturaleza se lo niega, no pueden recurrir a ellos a partir de cierta edad, porque no es idóneo cuando los hombres están siendo padres a edades muy tardías».
Sin embargo, este especialista reconoce que la cuestión polémica de poner un límite de edad estuvo encima de la mesa. «Debatimos fijar los 60 años como tope. Pero resultó muy complicado porque pensamos que establecer esta barrera era ir en contra de la libertad individual».
Dejaron esta decisión, según Palacios, en manos de los especialistas. «Pensamos que la mejor fórmula era que los médicos evaluaran minuciosamente a las candidatas y les informaran rigurosamente del tratamiento, sus posibilidades de éxito y los riesgos que corrían por el embarazo y el parto», añade.
Roberto Matorras, expresidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) y jefe de la Unidad de Reproducción Humana del Hospital de Cruces, Bilbao, explica: «Intentar limitar por los años de la mujer el acceso a las técnicas de reproducción asistida apoyándose en que ella puede tener problemas para la crianza de su hijo o causar un impacto psicológico negativo no es justo. Nadie se plantea que un varón no pueda ser padre a edades avanzadas como sucede en casos muy conocidos».
ACUERDO
Los argumentos que, por tanto, han empujado a la SEF a elaborar un documento en el que se recomienda limitar en los 50 años, la edad en la que se pueden aplicar las técnicas de reproducción asistida son otros. «El documento está ya en la imprenta y creo que se distribuirá el próximo mes a todas las clínicas. Se ha elaborado con el consenso de todos. En parte, las razones para su elaboración se basan en que las probabilidades de éxito de las técnicas cuando la edad va aumentando se van reduciendo significativamente. Además, están los riesgo para la madre y para sus hijos. Aumentan las posibilidades de que sufran aborto espontáneo, hipertensión durante la gestación, diabetes, entre otras muchas complicaciones». En el caso de los niños, también se disparan las complicaciones: prematuridad, bajo peso, mayor posibilidad de defectos genéticos, son algunos de ellos.
Este informe no es el único que va a salir a luz en este año recién estrenado. ANACER también ha elaborado otro documento en el que sus 26 clínicas han acordado no aplicar sus terapias a las mujeres de más de 50 años.
Pero no por tener menos años que los citados, existen menos peligros. Por ello, y tal y como explica Agustín Moreno, psicólogo de la Clínica Tambre. «Todas las parejas que por distintas razones acaban recurriendo a la FIV y que sobrepasan los 45 años pasan por una evaluación psicológica para la toma de decisiones. Los casos en los que se constata que la mujer no es emocionalmente estable y hay algún problema psicológico desaconsejamos la técnicax».
Este debería haber sido el caso de la mujer andaluza, según algunos expecialistas. «No creo que sea sensato ni que una mujer emocionalmente estable piense que no es una locura tener hijos a los 67. En este caso tenía que haber existido un claro examen psicológico y un consejo profesional que se adaptara a sus circunstancias personales», concluye Bernabéu.

Los problemas de la edad

- La infertilidad afecta a más de 800.000 parejas españolas. Cada año se registran 16.000 nuevos casos.
- Se calcula que todos los años cerca de 2.500 mujeres se someten en nuestro país a un tratamiento de reproducción asistida.
- Más del 40% de las mujeres que recurren a este tipo de técnicas para lograr un embarazo es mayor de 40 años.
- A partir de los 35, las posibilidades de concebir un hijo con síndrome de Down se multiplican por 10.
- La tasa de aborto espontáneo ronda el 74% en las mujeres embarazadas mayores de 45.
- Los hijos de madres añosas tienen más riesgo de nacer de forma prematura y de sufrir bajo peso.

04 enero 2007

El neoimperialismo



James Petras

El "Imperialismo" ha estado con nosotros durante mucho tiempo en sus varias expresiones y configuraciones. En épocas recientes, por lo menos desde la segunda Guerra Mundial, el imperialismo se ha asociado con el anhelo estadounidense de minar el anterior sistema colonial europeo y sustituirlo por un nuevo grupo de regímenes que son 'formalmente independientes', pero de hecho son estados-clientes de Washington. Este sistema imperial se ha descrito como "neo-colonialismo" puesto que los líderes locales son vistos como administradores del Estado al servicio de las multinacionales y bancos estadounidenses. El "imperio informal" de los EEUU fue construido y sostenido por tres pilares interrelacionados: (1) guerras e intervención militar, (2) operaciones encubiertas de espionaje (3) fuerzas de mercado, remiendos financieros de las instituciones financieras multilaterales (FMI, BM) y las agencias económicas del Estado imperial (Tesoro, Comercio, EXIM bank, etc).Las fuerzas impulsoras de la construcción del imperio estadounidense desde 1950 a 1973, fueron su complejo industrial militar y los militares. Desde principios de los años 70 a comienzos de los 80, la expansión imperial fue estimulada en gran parte por el crecimiento de su capacidad tecnológica militar, los bancos, las fuerzas militares subrogadas en Nicaragua, Afganistán, Angola, Guinea Bissau, Mozambique y los regímenes militares de toda Latinoamérica. De modo más destacado, los colaboradores políticos importantes en la URSS y Europa del Este, promovidos y financiados por agencias estatales y privadas, convirtieron las anteriores economías colectivistas en estados vasallos de los EEUU, integrados y subordinados a la OTAN y dirigidos por regímenes depredadores íntimamente ligados a los sindicatos internacionales del crimen aliados con el imperio estadounidense.El derrumbe de los regímenes colectivistas de Europa del Este y Asia Central y su subsiguiente conquista por medio de depredadores colaboracionistas dio un gran impulso al anhelo estadounidense, ensanchando su objetivo hasta 'la conquista mundial' - prevista por el "Nuevo Orden Mundial" de Bush padre después de la guerra del Golfo y la colonización del espacio aéreo Iraquí y la división de su territorio.El Imperialismo recibió el mayor ímpetu con las guerras balcánicas de Clinton, su arriesgada política nuclear con Corea del Norte, y la propagación mundial de la doctrina neoliberal. La Rusia de Yeltsin se convirtió en una casi dependencia de los EE UU y un arco de socios clientes desde el Mar Báltico (Lituania, Letonia, Estonia) pasando por Europa Central (República Checa, Polonia, Hungría) a los Balcanes (Macedonia, Montenegro, Kosovo, Albania) a Asia Central (Georgia), definió las nuevas fronteras del Imperio de Clinton.Tomó forma un "Neoimperialismo" construido alrededor de bases militares made in USA, especuladores financieros de Wall Street, clientes capitalistas depredadores en los "los países anfitriones" y colaboradores neoliberales en Latinoamérica, África y Asia.El final de la guerra fría fue el principio de una nueva y virulenta estirpe del imperialismo construido alrededor de un sentido de impunidad, una configuración de poder unipolar en la cual Washington se vio a sí mismo como el centro del universo. La política pública del "Nuevo Imperio" manejado por medio de directrices económicas dadas a los estados-cliente, chantaje político y amenazas económicas a los "aliados" Europeos y Asiáticos, así como acciones militares y actividades encubiertas contra 'estados débiles'.El "Neoimperialismo" adoptó una forma y sustancia diferentes con la llegada de George W. Bush al gobierno y la muerte de la burbuja especulativa de Wall Street. Las fuerzas motrices que apoyan la presidencia imperial cambiaron de los banqueros inversionistas de Wall Street al complejo de energía-petróleo y militar-industrial. Los conservadores partidarios de la economía de libre de mercado de la era imperial de Clinton fueron sustituidos por un gabinete dominado por ideólogos militaristas de ultraderecha. La construcción imperial por medio de los 'integrantes económicos' del Estado imperial fue sustituida por los ideólogos de la guerra permanente, conquistas militares y promotores-colonialistas (eufemísticamente "construcción imperial").El estado "Neoimperialista" se convirtió conscientemente en "imperialista" - algunos de los portavoces y publicistas abrazaron abiertamente la denominación y el poder imperial, aún cuando siguen atribuyéndole una misión "humanitaria".El Neoimperialismo en su variante militarista, que mira hacia las estrategias de guerra, la logística militar y la creación de enormes ejércitos y aparatos de seguridad con cuantioso incremento de los gastos en este sector.Los costos económicos y el deterioro de la situación económica son despachados sin mutismo: la recesión económica doméstica y la Euro-Japonesa son ignoradas. Guerra y terrorismo son todo lo que importa. Se planeó una secuencia de guerras imperiales: Afganistán, Irak, y otros objetivos señalados - el eje del mal 'señalado por el imperio', integrado en gran parte por estados independientes de los EEUU.La relativa autonomía del componente militar del Estado imperial en relación con la clase capitalista, particularmente sus sectores industrial y financiero, tiene un impacto importante sobre la mano de obra dentro de los EE UU y en todas partes.El régimen de Bush está vinculado principalmente a los sectores energía-petróleo y militar-industrial de la economía pero se asegura el apoyo de la mayor parte del resto de la clase capitalista por medio de fianzas judiciales, subvenciones, reducciones de impuestos masivas e intervención por cuenta de la patronal en conflictos laborales.El bloque cohesivo de capitalistas que gira en torno a la agenda del régimen militarista-imperialista de Bush, está reforzado por el apoyo de grandes empresas a la política neoliberal promovida en el exterior. Esta política proporciona el acceso irrestricto a los mercados, compras de lucrativas minas privatizadas, industrias y bancos y legislación laboral favorable que disminuye los costos e incrementa los beneficios. Sin embargo, igual que los negocios alemanes prosperaron en las etapas iniciales de la expansión imperial Nazi sólo para caer completamente por causa de sus sobredimensionadas operaciones militares y declinante base económica, también el imperialismo estadounidense ha acumulado desequilibrios comerciales, acrecentando los déficits presupuestarios y estancado su base industrial doméstica hiperdependiente del proteccionismo, subvenciones y cuotas sobre importaciones. El Imperio crece, pero la República declina y con ella las condiciones sociales de los trabajadores.




*Traducido por Ricardo Martínez.**James Petras es profesor de la Universidad de Binghamton, Nueva York y especialista en temas geopolíticos .

La universalidad de los derechos humanos

Noam Chomsky (*)

En años recientes, la filosofía moral y las ciencias cognitivas han explorado lo que parecen ser profundas intuiciones morales: tal vez las bases primordiales de los juicios éticos.
Esas investigaciones se concentran en ejemplos ficticios que con frecuencia revelan sorprendentes coincidencias de juicio, tanto en niños como en adultos. Para ilustrar, tomaré en cambio un ejemplo de la vida real que nos conduce al tema de la universalidad de los derechos humanos.
En 1991, Lawrence Summers, quien fuera posteriormente secretario del Tesoro del presidente Bill Clinton y es ahora presidente de la Universidad de Harvard, se desempeñaba como principal economista del Banco Mundial. En un memorándum interno, Summers demostró que el banco debía alentar a industrias contaminantes a mudarse a los países más pobres del planeta.
La razón era que "la medida de los costos de la contaminación causante de enfermedades depende de los ingresos previstos de un aumento de la morbilidad y la mortalidad", escribió Summers. "Desde ese punto de vista, una cierta cantidad de contaminación causante de enfermedades debe hacerse en el país con el costo más bajo, que será la nación con los menores salarios.
"Creo que la lógica económica de descargar basura tóxica en el país donde existen los salarios más bajos es impecable, y debemos encararla".
Summers indicó que "cualquier motivo moral" o "preocupación social" acerca de tal acción "pueden ser dados vuelta y usados más o menos eficazmente contra cualquier propuesta del banco en favor de su liberalización".
El memorándum fue filtrado y causó furiosas reacciones. Un ejemplo fue la de José Lutzenburger, secretario del Medio Ambiente de Brasil, quien escribió a Summers: "su razonamiento es perfectamente lógico y totalmente insano".
El estándar moderno para tales cuestiones es la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948.
El artículo 25 declara: "Toda persona tiene el derecho a un estándar de vida adecuado para la salud y el bienestar de sí mismo y de su familia, incluídos alimentos, ropas, vivienda y atención médica, así como servicios sociales necesarios, y el derecho a la seguridad en caso de desempleo, enfermedad, incapacidad, viudez, edad avanzada u otras carencias en circunstancias más allá de su control".
Casi con las mismas palabras, esas provisiones han sido reafirmadas en convenciones suscritas por la Asamblea General, y en acuerdos internacionales sobre "el derecho al desarrollo".
Parece razonablemente claro que esta formulación de los derechos humanos universales rechaza la impecable lógica del jefe de economistas del Banco Mundial considerándola algo profundamente inmoral, posiblemente insana -que fue, por cierto, un juicio virtualmente universal.
Subrayo la palabra "virtualmente". Culturas occidentales condenan algunos países como "relativistas", que interpretan la declaración de manera selectiva. Pero uno de los principales relativistas es el Estado más poderoso del mundo, líder de las autodesignadas "naciones ilustradas".
Hace un mes, el Departamento de Estado de EU difundió su informe anual sobre derechos humanos.
"La promoción de los derechos humanos no es sólo un elemento de nuestra política exterior, es la base de nuestra política y nuestra preocupación principal", dijo Paula Dobriansky, subsecretaria de Estado para asuntos mundiales.
Dobriansky fue subsecretaria de Estado para derechos humanos y asuntos humanos durante los gobiernos de Ronald Reagan y George Bush padre. Y mientras ocupaba esa función, intentó disipar "el mito" de que "los 'derechos económicos y sociales'" constituyen derechos humanos.
Esa posición ha sido reiterada con frecuencia, y subraya el veto de Washington al "derecho al desarrollo" y su consistente rechazo a aceptar las convenciones sobre derechos humanos.
Tal vez el gobierno rechace las provisiones de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero la población estadunidense está en desacuerdo. Un ejemplo es la reacción pública a la propuesta de presupuesto federal recientemente presentada, según indicó una encuesta del Programa de Actitudes Políticas Internacionales de la Universidad de Maryland.
Los entrevistados reclaman drásticos cortes en los gastos militares junto con fuertes incrementos de los gastos para la educación, la investigación médica, el entrenamiento laboral, la conservación de la energía, el uso de fuentes renovables, así como ayuda económica y humanitaria para las Naciones Unidas, junto con la cancelación de los recortes impositivos a los ricos aprobados durante el gobierno de George W. Bush.
En la actualidad hay mucha preocupación internacional, y con buenas razones, acerca de la rápida expansión del déficit comercial y presupuestario de Estados Unidos. Y, de manera estrechamente relacionada, figura el creciente déficit democrático, no sólo en Estados Unidos, sino en líneas generales, en todo Occidente.
La riqueza y el poder tienen muchas razones para desear que el público no participe en la determinación e implementación de una política. Ese es otro asunto de gran preocupación, bastante alejado de su relación con la universalidad de los derechos humanos.
Acaba de cumplirse el 25 aniversario del asesinato del arzobispo Oscar Romero, de El Salvador, conocido como "la voz de los sin voz", y el 15 aniversario del asesinato de seis importantes intelectuales latinoamericanos que eran sacerdotes jesuitas, también en El Salvador.
Los eventos enmarcaron la horrenda década de los 80 en Centroamérica.
Romero y los intelectuales jesuitas fueron asesinados por fuerzas de seguridad armadas y adiestradas por Washington, inmediatos mentores de los actuales funcionarios en ejercicio.
El arzobispo fue asesinado poco despues de escribirle al presidente Jimmy Carter rogándole que no enviara ayuda a la junta militar de El Salvador, que "agudizara la represión que ha sido desatada contra las organizaciones populares que luchan por defender los derechos humanos más fundamentales".
El terrorismo de Estado registró una escalada, siempre con el respaldo de Estados Unidos y con ayuda de la complicidad y el silencio de Occidente.
Atrocidades similares están ocurriedo en la actualidad, a manos de fuerzas armadas abastecidas y adiestradas por Washington, con el respaldo de aliados occidentales: por ejemplo, en Colombia, principal violador de los derechos humanos del hemisferio, y principal destinatario de la ayuda militar estadunidense.
Al parecer el año pasado Colombia conservó el récord de asesinar más activistas sindicales que el resto del mundo combinado. En febrero, en una población que se había declarado "comunidad de paz" en la guerra civil de Colombia, se informó que los militares asesinaron a ocho personas, incluídos el líder de la población, y tres niños.
Menciono esos ejemplos para recordar a los lectores que no estamos comprometidos meramente en seminarios o en principios abstractos, o discutiendo culturas remotas que no entendemos. Estamos hablando de nosotros mismos, y de los valores morales e intelectuales de las comunidades privilegiadas en que vivimos. Si no nos gusta lo que vemos cuando observamos el espejo con honestidad, tenemos toda oportunidad de hacer algo acerca de eso.


(*) Noam Chomsky es profesor de lingüística en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Cambridge, y autor del libro, de reciente publicación Hegemony or survival: America's quest for global dominance

02 enero 2007

Salvavidas de plomo

Por Eduardo Galeano

Nuestros países se modernizan. Ahora el discurso oficial manda honrar la deuda (aunque sea deshonrosa), atraer inversiones (aunque sean indignas) y entrar al mundo (aunque sea por la puerta de servicio). ¿Nos seguimos creyendo los cuentos de siempre?

América Latina nació para obedecer al mercado mundial, cuando todavía el mercado mundial no se llamaba así, y mal que bien seguimos atados al deber de obediencia. Esta triste rutina de los siglos empezó con el oro y la plata y siguió con el azúcar, el tabaco, el guano, el salitre, el cobre, el estaño, el caucho, el cacao, la banana, el café, el petróleo ¿Qué nos dejaron esos esplendores? Nos dejaron sin herencia ni querencia. Jardines convertidos en desiertos, campos abandonados, montañas agujereadas, aguas podridas, largas caravanas de infelices condenados a la muerte temprana, vacíos palacios donde deambulan los fantasmas. Ahora es el turno de la soja transgénica y de la celulosa. Y otra vez se repite la historia de las glorias fugaces, que al son de sus trompetas nos anuncian desdichas largas. *** ¿Será mudo el pasado? Nos negamos a escuchar las voces que nos advierten: los sueños del mercado mundial son las pesadillas de los países que a sus caprichos se someten. Seguimos aplaudiendo el secuestro de los bienes naturales que Dios, o el diablo, nos ha dado, y así trabajamos por nuestra propia perdición y contribuimos al exterminio de la poca naturaleza que queda en este mundo. Argentina, Brasil y otros países latinoamericanos están viviendo la fiebre de la soja transgénica. Precios tentadores, rendimientos multiplicados. Argentina es, desde hace tiempo, el segundo productor mundial de transgénicos, después de Estados Unidos. En Brasil, el gobierno de Lula ejecutó una de esas piruetas que flaco favor hacen a la democracia y dijo sí a la soja transgénica, aunque su partido había dicho no durante toda la campaña electoral. Esto es pan para hoy y hambre para mañana, como denuncian algunos sindicatos rurales y organizaciones ecologistas. Pero ya se sabe que los paisanos ignorantes se niegan a entender las ventajas del pasto de plástico y de la vaca a motor, y que los ecologistas son unos aguafiestas que siempre escupen el asado. *** Los abogados de los transgénicos afirman que no está probado que perjudiquen la salud humana. En todo caso, tampoco está probado que no la perjudiquen. Y si tan inofensivos son, ¿por qué los fabricantes de soja transgénica se niegan a aclarar, en los envases, que venden lo que venden? ¿O acaso la etiqueta de soja transgénica no sería la mejor publicidad? Y sí que hay evidencias de que estas invenciones del doctor Frankenstein dañan la salud del suelo y reducen la soberanía nacional. ¿Exportamos soja o exportamos suelo? ¿Y acaso no quedamos atrapados en las jaulas de Monsanto y otras grandes empresas de cuyas semillas, herbicidas y pesticidas pasamos a depender? Tierras que producían de todo para el mercado local, ahora se consagran a un solo producto para la demanda extranjera. Me desarrollo hacia fuera, y del adentro me olvido. El monocultivo es una prisión, siempre lo fue, y ahora, con los transgénicos, mucho más. La diversidad, en cambio, libera. La independencia se reduce al himno y a la bandera si no se asienta en la soberanía alimentaria. La autodeterminación empieza por la boca. Sólo la diversidad productiva puede defendernos de los súbitos derrumbamientos de precios que son costumbre, mortífera costumbre, del mercado mundial. Las inmensas extensiones destinadas a la soja transgénica están arrasando los bosques nativos y expulsando a los campesinos pobres. Pocos brazos ocupan estas explotaciones altamente mecanizadas, que en cambio exterminan los plantíos pequeños y las huertas familiares con los venenos que fumigan. Se multiplica el éxodo rural a las grandes ciudades, donde se supone que los expulsados van a consumir, si los acompaña la suerte, lo que antes producían. Es la agraria reforma: la reforma agraria al revés. *** La celulosa también se ha puesto de moda, en varios países. Uruguay, sin ir más lejos, está queriendo convertirse en un centro mundial de producción de celulosa para abastecer de materia prima barata a lejanas fábricas de papel. Se trata de monocultivos de exportación, en la más pura tradición colonial: inmensas plantaciones artificiales que dicen ser bosques y se convierten en celulosa en un proceso industrial que arroja desechos químicos a los ríos y hace irrespirable el aire. Aquí empezaron siendo dos plantas enormes, una de las cuales ya está a medio construir. Luego se incorporó otro proyecto, y se habla de otro y de otro más, mientras más y más hectáreas se están destinando a la fabricación de eucaliptos en serie. Las grandes empresas internacionales nos han descubierto en el mapa y se han brotado de súbito amor por este Uruguay donde no hay tecnología capaz de controlarlas, el Estado les otorga subsidios y les evita impuestos, los salarios son raquíticos y los árboles brotan en un santiamén. Todo indica que nuestro país chiquito no podrá soportar el asfixiante abrazo de estos grandotes. Como suele ocurrir, las bendiciones de la naturaleza se convierten en maldiciones de la historia. Nuestros eucaliptos crecen 10 veces más rápido que los de Finlandia, y esto se traduce así: las plantaciones industriales serán 10 veces más devastadoras. Al ritmo de explotación previsto, buena parte del territorio nacional será exprimido hasta la última gota de agua. Los gigantes sedientos nos van a secar el suelo y el subsuelo. Trágica paradoja: éste ha sido el único lugar del mundo donde se sometió a plebiscito la propiedad del agua. Por abrumadora mayoría, los uruguayos decidimos, en el año 2004, que el agua sería de propiedad pública. ¿No habrá manera de evitar este secuestro de la voluntad popular? *** La celulosa, hay que reconocerlo, se ha convertido en algo así como una causa patriótica, y la defensa de la naturaleza no despierta entusiasmo. Y peor: en nuestro país, enfermo de celulitis, algunas palabras que no eran malas palabras, como ecologista y ambientalista, se están convirtiendo en insultos que crucifican a los enemigos del progreso y a los saboteadores del trabajo. Se celebra la desgracia como si fuera una buena noticia. Más vale morir de contaminación que morir de hambre: muchos desocupados creen que no hay más remedio que elegir entre dos calamidades, y los vendedores de ilusiones desembarcan ofreciendo miles y miles de empleos. Pero una cosa es la publicidad, y otra la realidad. El MST, el movimiento de campesinos sin tierra, ha difundido datos elocuentes, que no sólo valen para Brasil: la celulosa genera un empleo cada 185 hectáreas y la agricultura familiar crea cinco empleos por cada 10 hectáreas. Las empresas prometen lo mejor. Trabajo a raudales, millonarias inversiones, estrictos controles, aire puro, agua limpia, tierra intacta. Y uno se pregunta: ¿por qué no instalan estas maravillas en Punta del Este, para mejorar la calidad de vida y estimular el turismo en nuestro principal balneario?

31 diciembre 2006

En manos de dos mujeres está volver a su cauce normal las tensas relaciones entre Colombia y Ecuador


EL TIEMPO (Colombia)

Se trata de las cancilleres de Colombia, María Consuelo Araújo, y del Ecuador, María Fernanda Espinosa, que se estrenará en el cargo el 15 de enero con un lío que crece cada día entre los dos países.
Las dos jóvenes mujeres, con mucho en común, tendrán esa misión el año entrante, y tal vez por mucho tiempo. La crisis comenzó por cuenta de la decisión del Gobierno de Colombia de fumigar con glifosato los cultivos ilícitos en la franja de frontera.
Esta semana las denuncias de la Policía Nacional sobre la presencia de cultivos ilícitos en Ecuador y la calificación de "torpe" que hizo Rafael Correa, presidente electo de ese país, de la política colombiana de aspersión sirvieron para prender más la hoguera.
Correa, un hombre de izquierda, dejó claro que su posición se endurecerá frente a Colombia mientras que Uribe demostró que no dará marcha atrás. Y ese tono, sin que Correa se haya siquiera posesionado, augura una relación complicada y un reto aún mayor para Araújo y Espinosa.
Caminos paralelos
Las dos han recorrido caminos paralelos los cuales seguramente jugarán un papel clave en su relación. Son de confianza total de su respectivo presidente y pueden ser vistas como sus "consentidas".
Además, entraron al círculo presidencial de manera similar. Uribe no conocía a Araújo pero por sus logros en la administración de Bogotá se la llevó en el 2002 al Ministerio de Cultura. Allí ella se ganó su confianza y tras la crisis por la renuncia del ex presidente Pastrana a la embajada en Washington, él la nombró en la Cancillería.
Por su parte, Espinosa, pese a que se vinculó al movimiento Alianza País (AP) en la segunda fase de la campaña presidencial, era conocida de vieja data de los principales asesores de Correa por su recorrido académico y se ganó en muy corto tiempo la confianza de líder. Hoy es su principal asesora en asuntos ambientales, su especialidad, y claro internacionales también. Sus conocimientos, agilidad mental y la empatía entre sus tesis fueron la clave para que la relación cuajara.
Pero hay más coincidencias. Son amantes de la cultura: Espinosa es poetiza premiada y Araújo lideró esa cartera por más de tres años.
Sin embargo, aunque ambas tienen una amplia formación académica, y se han destacado a lo largo de su vida pública, Espinosa, dado el tema central de la relación en este momento -las fumigaciones con glifosato- puede tener una ventaja significativa: es ambientalista y espera hacer del tema de la protección del medio ambiente uno de los ejes de la política exterior ecuatoriana.
Araújo por su parte ha hablado mucho de los resultados que espera lograr: fortalecer relaciones con los vecinos, diversificar la política exterior y mejorar el nivel de los representantes diplomáticos de Colombia en el mundo.
Ellas dos serán las encargadas de liderar, en nombre de sus países, el pulso por las fumigaciones.