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12 enero 2007

La población urbana mundial superará a la rural en 2008


ABC

Hace sólo un siglo, la gran mayoría de la población mundial vivía en áreas rurales -en 1900 sólo un 10 por ciento de la población habitaba las ciudades-, pero en algún momento del próximo año esta situación se revertirá y serán más los que habiten las urbes que los pueblos. Así lo refleja el informe «Estado del Mundo 2007: Nuestro futuro urbano», elaborado por el Instituto Worldwatch.
En 2005, el 49 por ciento de la población mundial vivía en ciudades, pero por primera vez en la historia el año próximo será el año de los urbanitas. Y es que más de 60 millones de personas -aproximadamente la población de Francia- se añaden cada año a las crecientes ciudades y a sus suburbios, la gran mayoría en asentamientos urbanos de bajos ingresos en los países en desarrollo.
Más pobreza urbana
De los 3.000 millones de habitantes urbanos que hay ahora en el planeta -la mitad del total-, un tercio viven en suburbios, definidos en el estudio como áreas donde no están aseguradas necesidades básicas como agua potable, saneamiento y casas duraderas. Y el Instituto Worldwatch advierte de que si no se reasignan las prioridades de desarrollo global que frenen la masiva pobreza urbana, más de la mitad de los 1.100 millones de personas que se prevé pasen a engrosar la población del planeta en 2030 vivirán en esas condiciones. Esto es, 1.500 millones de personas viviendo en la pobreza, sólo en las ciudades, lo que representa más del 20 por ciento de la población mundial para ese año.
Esta urbanización caótica, falta de planificación, deja una huella profunda en la salud humana y en la calidad del medio ambiente, contribuyendo a la inestabilidad social, ecológica y económica en muchos países. Se estima que 1,6 millones de residentes urbanos mueren cada año por la falta de agua potable y saneamiento.
«Para un niño que vive en uno de estos suburbios, las enfermedades y la violencia son amenazas a las que se enfrentan a diario, mientras que la educación y la atención sanitaria son a menudo una esperanza lejana», dice Molly O´Meara Sheehan, directora del informe Estado del Mundo 2007. «Los políticos tienen que frenar la urbanización de la pobreza aumentando las inversiones en educación, salud e infraestructuras». Desde 1970 a 2000, la ayuda a las ciudades en todo el mundo se estimaba en 60.000 millones de dólares, el 4 por ciento de la ayuda total al desarrollo.
Esta cuestión preocupa aún más si cabe en los países en desarrollo. Tanto es así que la Comisión para África ha identificado la urbanización como el segundo gran desafío, después del sida, al que se enfrenta el continente que más rápidamente se está urbanizando. Sólo alrededor del 35 por ciento de la población africana es urbana, pero se prevé que esta cifra alcance el 50 por ciento en 2030.
Aliviar la crisis climática
Pero además de la pobreza, las ciudades van de la mano con otros aspectos negativos. Así, mientras las urbes sólo cubren el 0,4 por ciento de la superficie de la Tierra, en ellas se generan el grueso de las emisiones de dióxido de carbono del mundo, haciendo de las urbes un elemento clave para aliviar la crisis climática en la que está sumida el planeta.
Ciudades alrededor de todo el mundo han empezado a tomarse en serio el cambio climático, muchas en respuesta a las amenazas directas a las que se enfrentan. De las 33 ciudades que se prevé tengan al menos 8 millones de residentes en 2015, 21 son ciudades costeras que tendrán que luchar contra el aumento del nivel del mar derivado del calentamiento global.
Incluso en el país más contaminante, Estados Unidos, más de 300 ciudades -donde viven 51 millones de americanos- se han unido al Acuerdo de Protección del Clima, comprometiéndose a reducir sus emisiones y presionando a la Administración Bush para que apruebe reducciones a escala nacional. Chicago, por ejemplo, se ha comprometido a que un 20 por ciento de la electricidad consumida por su población proceda de energías renovables en 2010, y espera convertirse en la ciudad norteamericana «más amiga» del medio ambiente. Para no quedarse atrás, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, anunció recientemente planes para que su ciudad sea líder en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
El informe ofrece ejemplos de otras ciudades, en países menos favorecidos, que están poniendo en práctica medidas innovadoras para problemas ambientales. Así, en Bogotá (Colombia) se ha instalado un Metro en superficie, siguiendo el ejemplo de la ciudad brasileña de Curitiba; y en Rizhao (China), las farolas y los semáforos funcionan con energía solar.

11 enero 2007

Debemos iniciar el proceso de destitución de Bush e irnos de Iraq


Palabras del actor estadounidense al recibir el Premio Christopher Reeve por la Primera Enmienda 2006.

Sean Penn
Huffington Post

Para el bien de esta noche y de mi propia satisfacción personal, voy a ceder a la noción de que me merezco esto. Y siguiendo en ese espíritu, voy a deciros que me siento muy honorado al recibirlo. Y agradezco a Creative Coalition y a mi amigo Charlie Rose por haberlo posibilitado. Me parece adecuado que aproveche esta oportunidad para ejercer el derecho que nos honra a todos: la libertad de palabra.
El título original para una comedia de Luis XVI llamada “Empiecen la revolución sin mí” era uno de mis favoritos. El título original era “Luis, hay una multitud abajo.” Pero volveré a hablar de eso más tarde...
Las palabras pueden ser nuestras armas más cívicas por el cambio, cuando se relacionan con acciones de sacrificio, o de buena voluntad, pero no tienen gracia ni poder sin una claridad audaz. Así que, si tienen un poco de paciencia, voy a pedir prestada una línea de Bob Dylan: “No hablemos falso ahora – se está haciendo tarde.”
° Calentamiento global
° Contaminación masiva
° Guerra continua de USA en Iraq
° Ataques contra las libertades cívicas bajo la consigna de la guerra contra el terror.
° Gastos militares
° Vosotros y yo, los contribuyentes de USA, gastamos 1.500 millones de dólares en fuerzas armadas concentradas en una guerra en Iraq – mientras las necesidades sociales clamorean.
° Atención sanitaria
° Educación
° Transporte público
° Protección ecológica
° Vivienda abordable
° Capacitación laboral
° Inversión pública
° Y, construcción de represas
Dependemos ampliamente de la información sobre estos temas proveniente de industrias mediáticas, que dependen en tal medida de los resultados financieros que el interés público pierde interés.
Y deberíamos decir la verdad: nos oponemos a los esfuerzos del gobierno por intimidar o legislar al servicio de la censura. Sea bajo la guisa de una Ley Patriota o de cualquier otra justificación de sonido benévolo para el antiguo juego de suprimir el disenso cortando las alas del pensamiento independiente e impidiendo el cambio social progresista.
Las formas más efectivas de una censura de facto son preventivas. Sistemáticamente, se nos alienta a inclinarnos, fuera de la línea de fuego – a evitar el peligro, ni pensarlo, de que alguien en la Casa Blanca, o en el Congreso, o un duro de los medios pueda arremeter contra nosotros.
Pero, como asunto práctico, la mayor parte de los límites en la expresión creativa y otras formas de libertad de palabra provienen de la autocensura, en la que el mecanismo de la autoridad corporativa ofrece zanahorias y blande garrotes. Evitamos un conflicto antes de que se materialice. Agarramos las zanahorias y nos alejamos de los garrotes.
Hace decenios, Fred Friendly lo llamó un “veto positivo” – el apoyo financiero de las corporaciones a espectáculos que quieren establecer y perpetuar. Sea en el periodismo o en el teatro, los esfuerzos creativos que no obtienen un “veto positivo” financiero son descartables, y luego son descartados. No podemos llamarlo “censura.” Pero llamémoslo como sea, los efectos de un sistema de “veto positivo” son severos. Imponen límites prácticos a los esfuerzos por presentar, más pronto que tarde, las realidades más importantes a la atención pública...
Comenzamos a ver imágenes más reveladoras de esta guerra. Pero es más que tarde ahora, ¿no es cierto? A lo que tenemos que prestar atención es a los resultados de esos “límites prácticos.” Uno, es que se hace mucho más fácil iniciar las guerras que detenerlas.
Tengo un sentimiento de cómo podemos comenzar a cambiar este proceso y quiero contárselo. Hay niños que crecen en nuestro país – muchos, a propósito, en condiciones de extrema pobreza – y se les dice desde muy temprana edad: “¡Tendrás que rendir cuenta!” “¡Con la libertad, viene la responsabilidad!” Y así sigue la lección... Demócratas y republicanos por igual. Mentir-engañar-robar, ¡y habrá consecuencias! El robo será castigado. Las acciones que causan la muerte de otros serán severamente castigadas. El mensaje, de los dirigentes en Washington, de los medios noticiosos, de la mamá, del papá, y de la iglesia, es claro. Los criminales TENDRÁN que rendir cuentas.
Ahora, recientemente hablan mucho en el Congreso de que el tema del procedimiento de destitución debe estar “fuera de discusión.” Se nos dice que hay que mirar hacia delante – no hacia atrás...
¿Podéis imaginar dónde conduciría ese argumento en el caso de la defensa en una acusación por un gran robo, o por la distribución en gran escala de metanfetaminas? ¿Y en el caso de la contratación de un asesinato por contrato de una madre embarazada? “La acusación debería estar fuera de discusión.” O “miremos hacia delante, no hacia atrás.” O: “No nos podemos permitir el fracaso con otro acusado.”
Nuestro país tiene un sistema legal, no de hombres y mujeres, sino de leyes. ¿Por qué, entonces, estamos tan dispuestos a colocar “fuera de discusión” cláusulas inconvenientes de la constitución de USA y del derecho federal? Nuestra mayor preocupación ahora mismo debería ser que se pongan EN discusión. A menos que vayamos a tener un conjunto de leyes para los poderosos y otro para los que no se pueden permitir abogados caros, la verdad es importante para todos. Y la responsabilidad es un asunto de principios humanos y legales. Si vamos a continuar amenazando con el dedo a los transgresores necesitados, sugiero que seamos consecuentes. Si la verdad y la responsabilidad pueden ser manipuladas hasta convertirlas en conceptos falaces, igual podríamos abrir las puertas de todas nuestras cárceles y prisiones en las que, a propósito, hay más gente tras los barrotes que en cualquier otro país del mundo. Ahora mismo, uno de cada 32 USamericanos adultos está tras los barrotes, en libertad condicional, o en libertad probatoria.
Lo que significa que, globalmente, USA es el número uno en la exigencia de que se rindan cuentas y en respaldar esa exigencia con encarcelamiento. Pero, cuando se trata de nuestro presidente, del vicepresidente, del secretario de estado, del antiguo secretario de defensa... esa insistencia en la responsabilidad desaparece. De repente, lo que es pasado es prólogo, Y sólo “miramos hacia delante.” Pero alguna gente no puede limitarse a mirar hacia delante. Los hombres y mujeres apostados en Iraq en este momento, bajo las órdenes de un Comandante en Jefe con una práctica tan cumplida en el arte del engaño, que logró que vastas cantidades de periodistas USamericanos y los medios noticiosos más estimados de este país, incluyendo el New York Times, el Washington Post, NPR, y PBS sirvieran con tanto afán su orden del día de preparación para la guerra. Y el proceso también indujo a vastas cantidades de artistas e intérpretes (probablemente incluso algunos que se encuentran aquí esta noche) a guardar silencio y a facilitar el impulso para una invasión de Iraq.
Estoy seguro de que mucha gente que encontré en Bagdad, en mis viajes anteriores a, y durante, la ocupación, tampoco puede limitarse a mirar hacia delante. Con vidas tan destrozadas enteramente por la violencia de la ocupación – un continuo esfuerzo bélico de USA y la guerra civil que ha catalizado. Todo sumado a una infraestructura derrumbada, después de once años de sanciones devastadoras de la ONU.
Y, ¿dónde está la responsabilidad por cuenta de los USamericanos muertos y heridos, sus familias, sus amigos, y el pueblo de USA que ha visto cómo su país se convierte en un paria en el mundo? Esos eventos han sido posibilitados por gente llamada Bush, Cheney, Powell, Rumsfeld, y Rice, mientras continúan perpetuando un masivo fraude contra la democracia y la decencia en USA.
El 11 de enero de 2003, me presenté en el show de Larry King, después de mi primer viaje a Iraq. Sugerí que cada madre y padre USamericano se siente con un trozo de papel y un lápiz y escriba las siguientes palabras: Estimado Sr. y Sra. tal-por-cual – Lamentamos informarle que su hijo o su hija tal-por-cual, ha muerto en acción en Iraq. Pedí a esas madres y padres que completaran la carta de cualquier manera que fuera un consuelo si la recibieran. Si se piensa en esas dolorosas palabras finales que un padre podría tratar de escribir hoy en día, parece inconcebible que este país pueda haber sido llevado a esta guerra. ¿En quién creían esas madres y padres? Sabemos que no es sólo en el gobierno, sino en nuestra cultura en general, encubierta en ensoberbecimiento, religión, y machismo heroico adolescente. ¿Le habrían creído a Rush Limbaugh si hubieran sabido que estaba drogado como un perro con OxyContin? ¿Le habrían creído a un Bill O'Reilly realmente discapacitado si hubieran sabido que se masajeaba el recto con una esponja de lufa mientras acosaba por teléfono a una empleada? ¿Hannity, si hubieran sabido que era simplemente una prostituta por la causa de sus alcahuetes - Murdoch y Ailes? ¿O el pequeño putz con su corbatín, si hubieran sabido que todo lo que buscaba era una risita de Jon Stewart? ¿Tal vez nuestros compatriotas, hombres y mujeres, estaban escuchando Ted Haggert mientras olfateaba metanfetamina y follaba a un musculoso gigoló? ¿O a Mark Foley a la busca de chiquitos? ¿A Joe Lieberman, sentado como Shiva? ¿Y a Toby Keith, cantando las loas del tamaño de sus botas?
“¡Oh!, ahí tenemos a Sean... Tenía que salir con sus insultos. Dicen que no puede evitarlo.” Pero, ¿usé insultos? Tal vez, sólo resumí rápidamente 7 u 8 pequeñas verdades. ¡Oh!, no, tienes razón – Usé insultos. Dije "putz". Lo retiro. O, ¿lo hago? ¿Dije “prostituta”? ¿Alcahuete? Esas son preguntas. Pero, las preguntas verdaderamente reales y grandes de conciencia y responsabilidad no surgirían tan amenazantes – sin respuestas o evadiéndolas a un costo tan tremendo – sin nuestro fracaso diario en la insistencia de lograr una obligación real de rendir cuentas por sus acciones. Desde luego, preferiría encontrar algunos caminos fáciles para llegar allí. Pero no existe un camino fácil. No es un nuevo Congreso. Tampoco Barack Obama. Y, no John McCain. Su valor en la prisión norvietnamita lo convirtió en un hombre heroico. Sus antecedentes en las votaciones en el Congreso lo convierten en un funcionario público dañino. Tenemos que levantarnos de una vez y mostrar al mundo lo poderosa que es la gente en una democracia. Y así recuperaremos nuestra posición de ejemplo, no de paria, ante el mundo en general. Y así podremos comenzar a alzar cabeza y a permitir que el orgullo y la unificación eleven nuestra propia calidad de vida y seguridad.
Nos dicen que perdimos a 3.000 USamericanos el 11-S. ¿Basta? Estamos a punto de equipararlo. Estamos a semanas, si no menos, de matar a 3.000 USamericanos en Iraq. Le pregunto a la presidenta [de la Cámara de Representantes] Pelosi: ¿podemos entonces discutir el procedimiento de destitución? Si el antiguo jefe de la FEMA, Mike Brown, no hubiera tenido que rendir cuentas por sus acciones, después de Katrina (por chivo expiatorio que haya sido) habríamos tenido el mismo caos y negligencia cuando Rita dio en Houston. Piensen en eso. Y, la misma gente que pregona la disuasión como una justificación para castigos cuando hablamos de “crimen y castigo,” se jactará de su pensamiento tenaz cuando descarta las cualidades disuasivas de un procedimiento de destitución.
¿Qué es un procedimiento de destitución? No es un evento de demócratas contra republicanos. No, si es utilizado responsablemente. Si la Cámara de Representantes vota por iniciar el procedimiento de destitución contra este presidente, ¿lo echan de su puesto? No, no lo echan. No es lo que significa el procedimiento de destitución. Es la oportunidad de proceder a la rendición de cuentas por sus acciones y de dar a nuestros senadores elegidos, demócratas y republicanos, el poder de realizar una investigación exhaustiva, El poder de poner en discusión la verdad. Con cada día que pasa madres y padres pierden a sus chicos en muertes horripilantes en esta guerra. Muertes horribles. Mutilaciones horribles. ¿Se cometieron crímenes al alistar el apoyo de nuestro país en esta decisión de ir a la guerra? Por el momento vivimos el más invertebrado de los guiones; en el que los halcones abusaron del procedimiento de destitución hace ocho años, y ahora el resto de nosotros nos negamos cortésmente a utilizarlo. Protejamos a los denunciantes, enviemos las órdenes de comparecer, y entonces, uno por uno, obliguemos a declarar bajo juramento a este gobierno. Y entonces, si se prueban los crímenes de “traición, soborno, u otros crímenes o delitos graves,” hagamos como lo prescribe el Artículo 2, Sección 4, de la Constitución de USA, y saquemos “al presidente, vicepresidente, y... funcionarios civiles de USA” de sus puestos. Si entonces el Departamento de Justicia considera apropiado meterlos en la cama con Jeff Skilling, así sea.
Así que, miren... Si tratamos de destituir por mentir por una mamada, pero aceptamos sin discusión estos abusos casi innegables, nos convertimos en una mancha sobre la bandera que izamos. Sabéis, estaba escuchando a Frank Rich esta mañana, que habló en una gira de promoción de libros. Dijo que piensa que un procedimiento de destitución sería un apartadero “decadente”, mientras nuestros soldados siguen muriendo. Admiro a Frank Rich. Y desde luego tendría razón si el procedimiento de destitución fuera lo único que hacemos. Pero somos USamericanos. Podemos hacer dos cosas al mismo tiempo. Sí, sigamos adelante y salgamos rápido de esta guerra en Iraq Y destituyamos a esos hijueputa.
Christopher Reeve prometió levantarse de esa silla. Bueno, no sé ustedes, pero parecería que ya se ha levantado y yo no estaría parado aquí si no fuera sobre sus hombros. Que tenga sentido.
Georgie, hay una multitud abajo.
Gracias y buenas noches.

10 enero 2007

Experiencias de la Economía Solidaria rumbo al FSM


Adital - El Forum Brasilero de Economía Solidaria (FBES) y el Faces de Brasil, en conjunto con varias entidades, redes y emprendedores, así como instancias internacionales como la Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social y Solidaria (Ripess), están ultimando los preparativos para la representación de una caravana de economía solidaria en el Forum Social Mundial, que será realizado en el período del 20 al 25 de enero, en Nairobi, Kenia. Entre algunas de las actividades ya definidas se encuentran el taller "Comercio Justo y Economía Solidaria en Brasil - el sistema brasilero de comercio justo y solidario", inscripta por el Faces. El objetivo es presentar el proceso de construcción de este sistema como política pública de apoyo al desarrollo de cadenas comerciales alternativas, a partir de un proceso articulado entre entidades de la sociedad civil y gubernamentales.
Otra actividad, inscrita por el Forum, es la conferencia "La Experiencia de los emprendimientos solidarios en la construcción de cadenas productivas regionales". Esta actividad tiene como objetivo la reflexión sobre la construcción de cadenas productivas solidarias como avance del movimiento en estrategias que fortalezcan las cadenas de producción, comercialización y consumo de la Economía Solidaria, tanto internamente dentro del movimiento (compras de insumos dentro del propio movimiento) como externamente (a través de varias estrategias y canales que incluyen también las licitaciones y compras gubernamentales enfocadas en los pequeños agricultores familiares, prestadores de servicios y trabajadores del campo de la Economía Solidaria (Ecosol).
En cooperación con el Forum, el Instituto Marista de Solidaridad también va a participar del evento con el taller "Ferias de Economía Solidaria en tanto proceso movilizador de la Economía Solidaria". A su vez, la Red Intercontinental de Promoción de la Economía Solidaria está proponiendo la conferencia "La Economía Social y Solidaria: conceptos y prácticas, la coproducción de políticas públicas". La mesa contará con representaciones de África, América Latina, Europa y América del Norte.
Por la parte gubernamental, fueron invitados para constituir la mesa de las actividades Paul Singer, secretario Nacional de Economía Solidaria, célula ligada al Ministerio de Trabajo y Haroldo Mendonça, coordinador general de Comercio Justo y Crédito de la Secretaría Nacional de Economía Solidaria.

07 enero 2007

La opresión de las mujeres no es natural ni antigua


Sally Campbell (*)

La opresión de las mujeres es la más profundamente afianzada de todas las opresiones. Es vista como biológica, psicológica y antigua. Esta percepción influye en la manera en que entendemos y desafiamos la opresión.
Los marxistas abordan esta problemática desde una perspectiva materialista. Frederick Engels explicó que “de acuerdo a la concepción materialista, el factor decisivo en la historia es la producción y reproducción de la vida inmediata… Por un lado, la producción de los medios de existencia, de alimentos, vestimenta y vivienda, y de los instrumentos que se necesitan para producir todo eso. Por el otro, la producción del hombre mismo, la continuación de la especie.”
Los seres humanos interactúan con su medioambiente, transformando el mundo que está a su alrededor y en este proceso se transforman a sí mismos. El atributo que nos hace diferentes de otros animales es nuestra capacidad para adaptarnos a cualquier parte del globo, y las formas por las cuales trabajamos socialmente para satisfacer nuestras necesidades. Engels sostiene que para la mayor parte de la historia del hombre, la organización social de las personas no ha sido clasista o determinada por la dominación y la opresión.Los primeros ancestros del hombre aparecieron hace dos millones de años, mientras el homo sapiens sólo existió desde hace unos 200.000 años, y las primeras formas de agricultura aparecieron hace aproximadamente 10.000 años. Por lo tanto, para el 95% de la historia humana, “riqueza” fue un concepto que no tenía sentido. La gente vivía en pequeñas colectividades que disfrutaban de una relativa igualdad. Engels se refirió a ello como “comunismo primitivo”. El concepto de familia nuclear, con parejas monógamas con sus propios hijos no existía. Para Engels, en estas sociedades, mientras las personas tenían diferentes roles, no había dominación estructurada de un grupo sobre otro. Fue con el surgimiento de las sociedades clasistas que las mujeres vinieron a ocupar un lugar inferior en la sociedad.
Bajo el comunismo primitivo existía una división del trabajo entre hombres y mujeres, pero ésta no confería por sí misma un privilegio a los hombres. Las mujeres, quienes tendían a ser el principal sostén del hogar, a menudo tuvieron autoridad sobre los hombres porque su trabajo era la principal fuente de nutrición para el grupo.El desarrollo de una agricultura más avanzada fue el punto de inflexión. La invención del arado significó la capacidad de producir más de lo que el grupo necesitaba perentoriamente. Condujo al desarrollo de elites que fueron capaces de controlar el “excedente”. Y ello transformó el rol de las mujeres en la sociedad.
En las sociedades cazadoras-recolectoras, las mujeres fueron capaces de desempeñar su papel como productoras así como jugar su papel en la reproducción. El arado y el uso de animales domesticados cambiaron todo esto. Una mujer embarazada o con un niño pequeño no podía llevar adelante estas tareas con facilidad y crecientemente cayeron bajo la competencia de los hombres.La agricultura también demandó trabajadores. Así como las sociedades cazadoras-recolectoras tendieron a limitar el número de niños para no agotar los recursos, la agricultura pudo ser más productiva, con más necesidad de niños para ayudar en los campos. Entonces, así como los hombres se hicieron exclusivamente responsables de la producción, las mujeres vieron que su papel primordial se desplazó al de ser responsables de la reproducción.
La mayor productividad benefició a todos los miembros del grupo. Pero una vez que los excedentes cayeron bajo el control de una minoría, las desigualdades y las clases comenzaron a formarse. La división entre las esferas “pública” y “privada” de la sociedad apareció –con las mujeres participando principalmente en la esfera “privada”. La familia privada se convirtió en el mecanismo por el cual la riqueza privada podía ser pasada de una generación a la siguiente. Ello supuso una dilución final de la influencia de las mujeres. Los hombres, debido a su papel económico, se convirtieron en las cabezas del hogar, pasando su riqueza a sus hijos. Como Engels escribió: “El golpe al derecho materno significó la derrota histórica del sexo femenino. El hombre tomó también el mando en el hogar. La mujer fue degradada y reducida a la servidumbre”.Entonces la familia fue una consecuencia del desarrollo de las clases –no una antigua jerarquía “natural”. Como la producción fue crecientemente destinada al intercambio más que al uso, el hogar se convirtió en una unidad de consumo más que de producción.
El argumento de Engels muestra cómo fue el mandato económico el que encendió el tren de la sociedad de clases y la desigualdad y la opresión que conlleva. Señala cómo los humanos pueden superar estas divisiones hoy.El capitalismo y la “familia privada”
La semana pasada escribí que la formación de la familia era central para comprender los orígenes de la opresión de las mujeres. Esta semana miraré cómo el rol de la familia cambió con el nacimiento del capitalismo.La familia campesina, la cual existió antes del capitalismo industrial, era una unidad productiva. Los hombres eran las cabezas del hogar, pero las mujeres y los niños producían bienes en la casa que contribuían a los ingresos familiares. Ellos tenían el terreno familiar y cuidaban de los animales domésticos. Las mujeres tenían un papel importante en la vida colectiva del poblado, la cual era la unidad económica central de la sociedad. La revolución industrial rasgó en dos esta forma de vida. Las masas trabajadoras fueron arrancadas de la tierra y arrojadas hacia nuevos pueblos y ciudades que estaban surgiendo. Por primera vez el capitalismo creó una clase de trabajadores que no tenían control sobre los medios de producción. Los miembros de esta nueva clase fueron forzados a trabajar para otro para ganar un salario.
Los viejos lazos sociales fueron rotos y, durante un tiempo, pareció que entre los trabajadores la familia desaparecería del todo. Tanto los hombres, como las mujeres y los niños trabajaban en fábricas, minas y molinos, en horrendas condiciones. Las mujeres fueron empleadas en gran número en las fábricas textiles – hacia 1856 las mujeres constituían el 57% de la fuerza de trabajo en la industria, y los niños el 17%.A menudo las mujeres realizaron el trabajo más duro en las peores condiciones. En la década de 1850, en Oldham, una de cada diez mujeres moría entre los 25 y los 34 años de edad. La barbarie del capitalismo provocó que los obreros buscaran asilo -y al menos un alivio parcial al duro trabajo- en la familia. Los trabajadores comenzaron una campaña por un “salario familiar”, que permitiera al hombre cubrir los costes de la manutención de su mujer e hijos.
Algunas feministas han argumentado que tales demandas eran exclusivamente interés de los hombres, quienes querrían mantener a sus mujeres oprimidas en el hogar. Pero ello permitió a la familia existir con el salario de un solo hombre, mientras previamente tres o cuatro miembros del hogar tenían que trabajar para ganar el mismo dinero. Y ello separó a las mujeres y los niños del trabajo duro. En la dura realidad del capitalismo industrial, el aislamiento en el hogar era preferible a intentar trabajar conjuntamente con la crianza de los niños.Para la mayoría de las mujeres pareció un asunto de sentido común buscar un “hombre que traiga el pan a casa fiable” como esposo como la mejor oportunidad de seguridad. Pero esta “familia privada” característica del capitalismo no se creó solamente como resultado de la presión desde abajo. Una guerra ideológica fue emprendida por la clase dirigente del capitalismo para inculcar “valores familiares” en los trabajadores –y forzarlos a asumir la carga de alimentar y cuidar gratuitamente a la siguiente generación de trabajadores.
Las viviendas fueron construidas por obreros, lo cual fue una mejora sobre las casuchas en donde los moradores de la ciudad habían sido arrojados primero. Pero las casas fueron diseñadas de acuerdo con la estructura de la familia nuclear. Eran lo suficientemente grandes como para abrigar al matrimonio y algunos pocos niños, con cuartos separados y una cocina, y tal vez un patio privado o pequeño jardín con un cerco alrededor.Frases tales como “la casa de un inglés es su castillo”, entraron en el vocabulario.
Por supuesto, muchas de las mujeres de clase obrera siguieron trabajando fuera de la casa, pero ahora se tenía como rol principal de la mujer el de ama de casa. Junto a ello vinieron las características asociadas con lo que debía ser una buena esposa y made –pasiva, sumisa, cariñosa.La contribución de las mujeres fue devaluada nuevamente. En un mundo en el cual sólo se valúan las cosas en términos monetarios, el trabajo que las mujeres hacen gratuitamente en el hogar –cocinar, lavar, educar- no tiene valor.
No fue este el caso de que los hombres de clase trabajadora fueran los principales ganadores en la creación capitalista de la familia privada. El papel de “breadwinner” era uno en el cual era demasiado fácil fracasar. Si un hombre no era capaz de proveer a su familia, entonces podía perder su respeto y el de la sociedad. Fuera de la miseria del capitalismo industrial, la familia tomó forma como una batalla de los trabajadores y como una herramienta ideológica y económica para la clase dirigente.La segunda mitad del siglo XX vio cambiar nuevamente las expectativas de las mujeres, mientras más y más componían la fuerza de trabajo.
Décadas de cambio pero no de liberación.La semana pasada escribí sobre la ideología que enmarca a la familia nuclear. Al principio, para muchas mujeres de la clase trabajadora, la familia era vista simplemente como una opción más tentadora que trabajar en una mina de carbón. Paulatinamente, la noción de ama de casa –y el consecuente aislamiento para la mujer de la “esfera pública”- se convirtió en algo glorificado y por lo que debía lucharse. Pero el capitalismo es un sistema inestable y contradictorio. No existe un hogar libre del estrés del mundo exterior. Las cosas de las que realmente queremos escapar –presiones económicas, tensiones sociales, desigualdad y explotación- penetran todas dentro de la familia.
Durante el transcurso del siglo XX, la familia ha tenido que lidiar con dos guerras mundiales durante las cuales las mujeres entraron masivamente a engrosar la fuerza de trabajo asalariada, sólo para ser desplazadas nuevamente cuando los hombres regresaron de la contienda. También tuvieron que soportar el desempleo masculino masivo, la destrucción de las industrias, y las mujeres ingresando a la fuerza de trabajo con carácter permanente, especialmente en los últimos 30 años.En Gran Bretaña más de la mitad de las mujeres con niños de menos de 5 años trabajan, y aquellas cuyos hijos menores tienen entre 11y 15 años alcanzan el 80%. Y las mujeres están teniendo cada vez menos hijos. Un estudio reciente sugirió que el 20% de las mujeres jóvenes en Gran Bretaña hoy no tendrían hijos. Los cambios sociales tales como la píldora anticonceptiva han modificado las expectativas.
El movimiento por la liberación de la mujer colocó a las mujeres en una posición mucho más fuerte. Los cambios también han desafiado el concepto de familia nuclear y los estereotipos de cómo las mujeres deben comportarse. Aún así, todavía la familia sigue permaneciendo como un poderoso ideal y aspiración.Todos los cambios en la vida de las mujeres tuvieron su precio. Las mujeres ingresaron como fuerza de trabajo en el preciso momento en que las condiciones fueron empeorando para todos. “Flexibilidad” significa trabajo por turnos y contratos temporarios. Hombres y mujeres están trabajando más cantidad de horas que hace 30 años, y los hombres con hijos pequeños trabajan más cantidad de horas que cualquier otro.
El rol de las mujeres como cuidadoras está siendo reforzado por la contracción del Estado de Bienestar. El costo abusivo de los servicios profesionales de atención infantil hace que sólo un 13% de las mujeres pueda utilizarlo. Las mujeres aún tienden a tomarse “años sabáticos” en sus carreras para tener niños, y continúa una increíble especialización del trabajo por género, con las mujeres concentradas en los trabajos peor pagados tales como la venta al público, teleoperadoras y la cuidados personales. Todos estos factores hacen que la renta para la mujer sea un 51% más baja que la del hombre.La liberalización sexual por la que se luchó en los años 60 y 70 se ha convertido en una mercantilización de todo lo que tiene que ver con nuestra sexualidad –la “cultura soez” descrita por Ariel Levy en su último libro, “Cerdas chauvinistas” (Female Chauvinist Pigs). Lejos de ser liberadoras, estas imágenes operan reforzando la idea de las mujeres como objetos sexuales –sólo que ahora nosotras también debemos ser exitosas amas de casa, madres de tiempo completo y excelentes cocineras-.
El capitalismo creó la posibilidad de quitar todas estas presiones de los hombros de las mujeres individuales. Podrían proveerse cuidados infantiles gratuitos. Los padres habitualmente cubren un 93% del costo de la crianza de los niños.La familia está ideológicamente apuntalada por el estado y los medios de comunicación. Las mujeres están hechas para sentirse como gorronas si se quedan en casa con los niños, y malas madres si trabajan.
A pesar de las grandes transformaciones, las raíces de la opresión de la mujer permanecen inalteradas. La contradicción entre producción socializada y reproducción privada sigue en pie. Necesitamos cerrar la profunda brecha que se abrió con la formación de la sociedad de clases. Es decir, entre la masa de productores y su producto. Sólo entonces podremos librarnos de la otra brecha, la que existe entre producción y reproducción, y de esta manera, entre hombres y mujeres.Acerca de la pregunta sobre el futuro, Frederick Engels dijo “se resolverá después que una nueva generación haya crecido: Una generación de hombres que nunca hayan tenido la ocasión de comprar la renuncia de las mujeres, ni con dinero o ni con algún otro medio de poder social, y una generación de mujeres que nunca hayan sido obligadas a renunciar frente a un hombre por ninguna consideración salvo amor verdadero, o abstenerse de permanecer junto a sus parejas por miedo a las consecuencias económicas. Una vez que tales personas aparezcan, no les importará un rábano lo que hoy pensamos qué deberían hacer”.

(*) Sally Campbell es editora adjunta de la revista de izquierda International Socialism Journal y colaboradora habitual de Socialist Worker.