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03 febrero 2007

¿Quién manda en USA? ( 1ra Parte)


James Petras


Introducción


Entender, en el más amplio y profundo sentido, cómo funciona el sistema político usamericano, cómo se toman las decisiones acerca de la guerra o la paz, quién consigue determinadas cosas, cómo las consigue y por qué, requiere que nos hagamos la siguiente pregunta: ¿Quién manda en USA? Al abordar la cuestión acerca de los que gobiernan, necesitamos aclarar un gran número de malentendidos, especialmente la confusión que se produce entre aquellos que toman decisiones gubernamentales y los parámetros socioeconómicos institucionales que definen los intereses a los que se debe servir. La palabra “gobernar” es un término minucioso: define las normas que deben seguir aquellos que toman las decisiones políticas y administrativas en lo referente a la elaboración de gastos presupuestarios, impuestos, legislación laboral y social, políticas de comercio, asuntos militares y estratégicos acerca de la guerra y la paz. Las “normas” se establecen, modifican y ajustan según la composición específica de los sectores dirigentes de la clase dominante. Las normas cambian según los cambios que se producen dentro de la clase dominante. Los cambios de poder pueden reflejar las dinámicas internas de una economía o las posiciones cambiantes de sectores económicos dentro de la economía mundial, sobre todo el ascenso y ocaso de los competidores económicos.
Las normas impuestas por un sector económico de la clase dominante en un momento de condiciones favorables en la economía mundial, se pueden ver alteradas cuando aparecen nuevos sectores económicos dominantes y condiciones externas desfavorables debilitan a los anteriores sectores económicos dominantes. Como relataremos más abajo, el relativo y absoluto ocaso del sector manufacturero usamericano está directamente relacionado con el crecimiento de un “sector financiero” de múltiples dimensiones, así como con la creciente competitividad de otros países manufactureros. El resultado es un proceso acelerado de liberalización de la economía, favorecido por los sectores financieros en alza. La liberalización de la búsqueda de flujos de inversiones fuera de la ley, de las compras totales de acciones, de las adquisiciones y el comercio, incrementa el beneficio, las comisiones, ingresos y primas. La liberalización facilita la adquisición de activos por parte del sector financiero. La competitividad en declive del anterior sector manufacturero dominante, que dependía del proteccionismo estatal y de los subsidios, conduce a políticas de “retaguardia” que intentan poner de moda políticas poco prácticas que tratan de liberalizar en el extranjero y ser proteccionistas en casa.
Para responder a la pregunta “quién manda”, se debe especificar el momento histórico y el lugar que vive la economía mundial. La respuesta es complicada porque los cambios entre los sectores de la clase dominante implican un prolongado “período de transición”. Durante este período, tanto los sectores ascendentes como los que declinan se entremezclan y los miembros de la clase que declina se “convierten” al sector que está en alza. De ahí que, mientras el poder entre los sectores económicos cambia, las agrupaciones de clases dominantes no pierden ni descienden escalafones. Simplemente cambian sus inversiones y se adaptan a las nuevas y más lucrativas oportunidades creadas por el sector emergente.
Por ejemplo, mientras el sector manufacturero usamericano ha decaído a causa del “capital financiero”, muchas de las más grandes instituciones financieras se han pasado a los “sectores en crecimiento”. En concomitancia, los sectores convertidos de la clase dominante cambiarán sus políticas para una mayor liberalización, debilitando fuertemente así las demandas de retaguardia del nada competitivo sector manufacturero. Igualmente importantes dentro de los sectores en declive de la clase dominante, los drásticos cambios estructurales deben continuar, para recuperar provechosos rendimientos y mantener la influencia y el poder. El más destacado de estos cambios es el traslado de la producción al exterior para abaratar los salarios, abaratar los impuestos, establecerse en lugares en los que no existe el derecho a la sindicación, introducir las Nuevas Tecnologías de la Información para reducir los costes de mano de obra e incrementar la productividad y diversificar la actividad económica para incorporar lucrativos “servicios” financieros.
Por ejemplo, General Electric ha pasado de la manufactura a los servicios financieros, ha trasladado la actividad intensiva de la mano de obra al extranjero y ha informatizado las operaciones. A través de esto movimientos, la distinción entre “manufactura” y capital financiero se ha quedado obsoleta para describir a la clase dominante.
Han conseguido que los viejos capitalistas de la manufactura retengan algún tipo de poder político y económico en la clase dominante a través de la subcontratación en el extranjero, Asia y México (General Motors/Ford), la inversión en plantas en el extranjero para hacerse con mercados exteriores, o muchos de ellos han pasado a las operaciones comerciales de importación (zapatos, textiles, juguetes, chips para electrónica e informática).
A muchos de los empresarios de la manufactura locales que permanecen en la clase dominante los encontramos como contratistas militares viviendo de las rentas que generosamente les da el estado y dependiendo del apoyo político de los congresistas y de los sindicatos, ansiosos por asegurar el empleo de la empequeñecida clase obrera del sector manufacturero.
Durante este período de transición de cambios rápidos, que llegan a todos los ámbitos, en la clase dominante, se han desatado enormes oportunidades financieras por todo el mundo. Como resultado de las tensiones políticas dentro de la “clase gobernante”, se van elaborando tendencias políticas clave desde las más representativas instituciones de Wall Street. Las políticas económicas clave, especialmente aquellas que son más relevantes para la clase dominante, suelen ser aplastantes en las manos de líderes punteros y con experiencia de Wall Street.
Pese (o más bien, debido) al ascenso de varios sectores de capital financiero en la clase dominante y sus acuerdos en un gran número de políticas económicas “liberalizantes”, éstos no son homogéneos en todos sus puntos de vista políticos, ni en sus afiliaciones políticas, ni en su política exterior. La mayoría de estas diferencias políticas son cuestiones sin importancia –excepto sobre una materia donde se encuentra la mayor y más creciente desavenencia: Oriente Próximo-. Un sector de la clase dominante, fuertemente alineado con el Estado de Israel, apoya una política belicosa hacia los enemigos del estado judío (Irán, Siria, Hezbolá y Palestina), frente a otro sector de la clase dominante que quiere favorecer un acercamiento diplomático, que trata de asegurar lazos de unión más fuertes con las elites árabes y persas. Dado el cambio hacia una fuerte militarización de la política exterior de USA (debido sobre todo al ascenso de los ideólogos neoconservadores, la fuerte influencia del lobby sionista, y la inestabilidad y fallos de sus políticas en Oriente Próximo y China), la clase dominante ha presionado y se ha asegurado el control directo sobre la política económica exterior.
Las tensiones y conflictos dentro de la clase dominante –especialmente entre los “Sioncons” y los “libre mercaderes”- se han tapado gracias a los enormes beneficios económicos acumulados en todos los sectores. Todos los sectores financieros de la clase dominante se han enriquecido gracias a las políticas del Congreso y de la Casa Blanca. También todos ellos se han beneficiado del ascenso de los “regímenes liberales” de todo el mundo. Se han llevado los beneficios de la fase de expansión de la economía internacional. Mientras el sector financiero que gobierna, el sector inmobiliario y los sectores del comercio han sido los mayores beneficiarios, han sido los grupos financieros, particularmente los bancos de inversión, quienes han abierto camino y quienes han ofrecido el liderazgo político.
Mañana "El ascenso del capital financiero"

02 febrero 2007

Todos contra la oleada de Bush

Molly Ivins, la gran periodista que gozaba de reducir a su tamaño real a la clase política estadunidense, que le puso el apodo de "arbustito" al actual presidente (shrub es arbusto, o bush, arbusto chiquito), quien se dedicaba a desnudar la hipocresía de los profesionales de la mentira, que con su humor perfeccionado en Texas revelaba las verdades de un país perdido en sus propios mitos, murió hoy en Austin, Texas, a los 62 años de edad. Colaboró con La Jornada de Mexico, fue notable su oposición al belicismo de George W. Bush: ''Nosotros gobernamos, nosotros decidimos'', decía.
Radio PRODEMU FM lamenta su muerte y le rinde homenaje publicando un artículo que escribió para La Jornada de México.

Todos contra la oleada de Bush

Molly Ivins

El propósito de esta cruzada periodística a la antigüita para detener la guerra no es hacer ver a George W. Bush como el presidente más bruto de todos los tiempos. Hay quienes han hecho mayores tonterías. ¿En qué estaban pensando cuando planearon el fiasco de Bahía de Cochinos? ¿Qué tan absurda fue la guerra del canal de Suez? ¿Y la monumental estupidez que fue la guerra de Vietnam? Aun así, el desafío ante esta malhadada aventura es que sencillamente ya no podemos dejar que continúe.
No se trata de si vamos a perder o estamos perdiendo. Ya perdimos. El general John P. Abizaid, quien hasta hace poco era el comandante en jefe en Medio Oriente, insiste en que la respuesta a nuestros problemas no es militar. "Hay que internacionalizar el problema. Hay que atacarlo con diplomacia, con geoestrategia", dijo.
Su evaluación fue apoyada por el general George W. Casey júnior, el más alto comandante estadunidense en Irak, y por el estado mayor conjunto, los cuales sólo recomendaron el envío de tropas si se tiene una definición clara de los objetivos.
El llamado de Bush a una oleada o "intensificación" también va en contra del Grupo de Estudio sobre Irak. Se dice que la Casa Blanca ha planeado hacer todo, menos lo que ese grupo sugirió luego de varios meses de investigaciones y propuestas basadas en implicaciones estratégicas mucho más amplias.
Casi el único político aparte de Bush que llama a una intensificación es el senador John McCain. En un artículo reciente, escribió: "La presencia de fuerzas adicionales de la coalición permitiría al gobierno iraquí hacer lo que hoy no puede lograr por sí mismo: imponer su dominio en el país... Al aumentar las tropas y llevar seguridad a Bagdad y otras zonas, daremos a los iraquíes la mejor oportunidad de salir con bien". Con el debido respeto al senador por Arizona, hace mucho tiempo que ese barco zarpó.
Una oleada no es aceptable para el pueblo de este país: hemos votado abrumadoramente contra la guerra en encuestas (80 por ciento del público está contra la intensificación, y un sondeo reciente del Military Times muestra que sólo 38 por ciento de los militares en activo desean el envío de más tropas) y en las urnas. Sabemos que está mal. El pueblo entiende, tiene el derecho de tomar esta decisión y el deber de garantizar que esa decisión se obedezca.
El Congreso debe actuar a favor del pueblo para resolver este fiasco. La propuesta de Ted Kennedy de controlar el dinero y aumentar la supervisión es un buen primer paso. Y si los republicanos quieren continuar respaldando los absurdos "planes" del gobierno de ir contra la voluntad del pueblo, se les debe echar cuanto antes posible a la calle, para que se reúnan con sus colegas que ya se fueron.
Cualquiera que desee hablar con conocimiento de causa de nuestra desventura en Irak debe leer el libro de Rajiv Chandrasekaran Imperial Life in the Emerald City: Inside Iraq's Green Zone. Es como una novela de horror. Al final uno agacha la cabeza y gime: ¿cómo pudimos dejar que pasara esto? ¿Cómo pudimos ser tan tontos? Como dice la reseña del Washington Post, el libro "documenta metódicamente la pasmosa ineptitud que dominó los intentos estadunidenses de influir en la retorcida política iraquí, reconstruir la red eléctrica, privatizar la economía, administrar la industria petrolera, contratar personal experto o conferir un remedo de normalidad a la vida de los iraquíes".
Nosotros gobernamos este país. Nosotros decidimos. Y cada día que pasa, cada uno de nosotros necesita dar un paso al frente y hacer algo por detener esta guerra. Hacer un escándalo. Pensar en algo para que lo ridículo se vea ridículo. Hacer saber a nuestros soldados que estamos con ellos y queremos sacarlos de allá. Tomar las calles para protestar contra la oleada de Bush. Si podemos, vayamos a la marcha por la paz que se realizará en Washington el 27 de enero. Necesitamos gente en las calles, golpeando cacerolas al grito de "¡Alto a la guerra ya!"
© 2007 Creators Syndicate Inc.

31 enero 2007

Pecados inventados, sacerdotes reales


DAVIDE MATTEI - Madrid - 31/01/2007 - EL PAIS

Un reportero de la revista L’espresso se confiesa de incógnito y publica los consejos ofrecidos por los sacerdotes italianos.

La eutanasia, la utilización del condón, la investigación con células madre, la homosexualidad, el aborto o la reproducción asistida son algunos de los temas, a menudo incómodos, que la sociedad discute y sobre los que la Iglesia tiene posiciones pastorales muy claras. Un periodista italiano los ha convertido en supuestos pecados cometidos por él mismo y se los ha confesado a decenas de curas italianos. Las respuestas de los religiosos han sido publicadas esta semana por la revista L'espresso. El artículo saca a la luz que los curas no siempre siguen la doctrina oficial. A veces aconsejan que se actúe "en conciencia", pero no siempre dan una respuesta clara ante temas tan complejos.


Eutanasia
“Le prohíbo vivir con remordimientos [por haber aplicado la eutanasia]”, es la respuesta que el fingido feligrés obtiene en una iglesia de Turín. El caso inventado por el reportero hablaba de un padre enfermo de esclerosis lateral amiotrófica desde hacía 15 años: “Su condición fue empeorando hasta que se quedó completamente inmóvil...él pidió que le quitáramos el respirador...y una noche, cuando ya había perdido el uso de la palabra, el médico de familia se lo quitó, y él se fue en paz”. “Dios ya le ha perdonado, olvide remordimientos y negatividad”, fue la respuesta del párroco. En Nápoles, otro cura ofrece una respuesta parecida a la misma historia ficticia: “Frente a estas situaciones la Iglesia tiene el derecho de mantener su posturas, si no matar sería la norma...pero si yo tuviera un padre que durante años vive así, se lo quitaría [el respirador]”.
Homosexualidad
“Soy un arquitecto que hasta hace cinco años estaba casado y tenía una vida normal. Entonces empecé a sentirme atraído por un compañero de trabajo. Luego conocí a mi actual pareja y ahora vivimos juntos. ¿Me equivoco completamente o tengo que seguir mis instintos?” Esta fue la pregunta del falso creyente a un cura de Roma. “La Iglesia está cambiando su postura...ya no habla de ‘vida desordenada’...y ya hay muchos sacerdotes homosexuales y muchas monjas lesbianas”. “¿También monjas?” insiste el feligrés. “Es menos frecuente...en el sentido que los medios aún no se han enterado...De todas formas lo mejor es que fueras tú mismo y te mostraras tal como eres, salieras del armario. En una iglesia de Turín la respuesta es otra: “Intente mantener esa relación en los límites de la amistad, incluso profunda”, le aconsejan.
Reproducción asistida
“Soy un hombre de mediana edad que quisiera ser padre. Mi mujer, con la que llevo diez años casado, ha intentado varias alternativas, pero la naturaleza no nos ayuda...Ahora hemos decidido recurrir a médicos españoles expertos en reproducción asistida”, relata el reportero-devoto a un cura milanés. “¡Ay no, esas cosas no!, alerta el prelado. “Es que en Italia sólo es posible intentar la reproducción con tres embriones”, le recuerda el reportero. “No hagáis esas cosas...no expresan el amor recíproco...poneros en las manos del Señor”. “Hay parejas que, de todas formas, no logran tener hijos”, insiste el supuesto feligrés. “Podéis pensar en una adopción a distancia...y rezad más, que igual os llega la gracia”, es la respuesta. Además añade un consejo “Id a Soncino, cerca de Cremona [ciudad en el norte de Italia], allí hay una monja que obtiene muchas favores divinos”. En Nápoles, un cura admite su incompetencia: “No sé nada de estas cosas... lo que le puedo decir es que es una alteración de la naturaleza, y la Iglesia no permite prácticas parecidas? lamentablemente hablamos dos idiomas diferentes”.
Sida y condón
El reportero finge haber enfermado de sida debido a una transfusión y asegura mantener relaciones sexuales desprotegidas con su pareja fija. ¿Es lo correcto lo que hago, o me equivoco porque no cuido la salud de mi pareja?, es la pregunta que hace a un cura de Roma. “Toma en consideración la idea de casarte” le contesta. “Pero, ¿sigo sin utilizar el condón?”, insiste el reportero. “Sí”, es la respuesta tajante. En Turín otro prelado le ofrece otra opción: “Es un problema muy personal, de conciencia”.
Aborto
“No tenéis ni que pensarlo”, espeta un cura de Milán al feligrés. El supuesto pecado confesado: “Soy un padre triste. Gracias a una amniocentesis mi mujer ha descubierto que nuestro hijo tiene síndrome de Down. Lo hemos pensado mucho y al final hemos decidido optar por un aborto para no dar a la luz a otro infeliz”. “Confiad en el Señor”, le solicita el cura. “Me parece demasiado pedir”, abunda el reportero. “Usted es un asesino si lo hace” replica el párroco, que al final no absuelve al devoto fingido.
El largo elenco de los pecados inventados por el periodista incluye también delitos como el consumo de drogas, el sexo con menores de edad, la prostitución, las estafas, o prácticas como el bautismo de los hijos de parejas de diferentes credos y los divorcios, entre otras. Con la cocaína los curas piden “no exagerar” para no debilitar el organismo. Parecido es el consejo ofrecido para ‘salvarse’ del pecado de estafa. En ese caso el cura sugiere no hablarlo con la pareja, “la estresarías inútilmente...y si puedes, reduce el número de cómplices?”, remata.

29 enero 2007

Alternativas para América Latina


Noam Chomsky


La coincidencia este mes de un nacimiento y de una muerte señala una transición para Suramérica y, en realidad, para el mundo.El ex dictador chileno Augusto Pinochet murió cuando los líderes de varias naciones suramericanas concluían una reunión cumbre de dos días en Cochabamba, Bolivia, patrocinada por el presidente Evo Morales. Los participantes y la agenda de la cumbre representaban la antítesis de Pinochet y de su era.En la Declaración de Cochabamba, los presidentes y representantes de 12 naciones acordaron estudiar la idea de formar una comunidad continental similar a la de la Unión Europea.La Declaración marca otra etapa en los recientes movimientos hacia la integración regional en Suramérica, 500 años después de las conquistas europeas.El subcontinente, desde Venezuela hasta Argentina, podría estar en condiciones de presentar al mundo un ejemplo de cómo crear un futuro alternativo a partir de un legado de imperio y de terror.Estados Unidos ha dominado por mucho tiempo la región con dos métodos principales: la violencia y el estrangulamiento económico. De manera general, los asuntos internacionales muestran más que un ligero parecido con la mafia.El Padrino no toma a la ligera cuando se lo pone en vereda, inclusive cuando quien lo hace es un comerciante al por menor.Intentos previos de independencia han sido aplastados, en parte a raíz de la falta de cooperación regional. Sin eso, las amenazas pueden ser manejadas una por una.(América Central, lamentablemente, todavía tiene que sacudirse el miedo y la destrucción que dejaron décadas de terror respaldados por Estados Unidos, especialmente durante la década del ochenta).Para Estados Unidos, el enemigo real siempre ha sido el nacionalismo independiente, particularmente cuando amenaza convertirse en un "ejemplo contagioso", según la declaración de Henry Kissinger sobre el socialismo en Chile.El 11 de septiembre de 1973, una fecha frecuentemente denominada el primer 9/11 en Latinoamérica, las fuerzas del general Pinochet atacaron el palacio presidencial chileno. Salvador Allende, el presidente democráticamente elegido, murió en el palacio. Al parecer, se suicidó porque no estaba dispuesto a rendirse al asalto que demolió la democracia más antigua y más vibrante de Latinoamérica y que estableció un régimen de tortura y represión.La cantidad oficial de muertos por el golpe es de 3.200. Se cree que la cifra real duplica ese número.Una investigación oficial 30 años después del golpe encontró evidencia de aproximadamente 30.000 casos de tortura durante el régimen de Pinochet. El ex dictador chileno rápidamente actuó para integrar otras dictaduras militares respaldadas por Estados Unidos en un programa de terrorismo de Estado llamado Operación Cóndor, que mató y torturó sin misericordia dentro de la región y más allá de ella.Entre los líderes en Cochabamba estaba la presidenta chilena Michelle Bachelet. Como Allende, ella es socialista y graduada en Medicina. También es una ex exiliada y prisionera política. Su padre era un general que murió en prisión después de haber sido torturado.En Cochabamba, Morales y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, celebraron la creación de una nueva empresa conjunta para procesar gas boliviano. Este tipo de cooperación fortalece el rol de la región como un actor importante en la energía global.Venezuela es el único miembro latinoamericano de la Organización de Países Exportadores de Petróleo con las reservas más grandes de crudo fuera del Medio Oriente.Chávez sueña con la creación de Petroamérica, un sistema integrado de energía del tipo que China intenta iniciar en Asia.El nuevo presidente ecuatoriano, Rafael Correa, propuso un vínculo comercial por tierra y por agua desde el Amazonas brasileño hasta la costa del Pacífico ecuatoriano.Ese sería el equivalente suramericano del Canal de Panamá.Entre otros desarrollos prometedores está incluido Telesur, un esfuerzo para quebrar el monopolio occidental de los medios de comunicación.El presidente brasileño Lula da Silva pidió a sus colegas que superen las diferencias históricas y unan el continente, sin importar cuán difícil sea la tarea.La integración es un prerrequisito para una independencia genuina. La historia colonial -España, Inglaterra, otros poderes europeos, los Estados Unidos- no solamente dividió a los países entre ellos sino que también dejó un división interna dentro de las naciones, entre una pequeña élite rica y una masa de gente empobrecida.La correlación con la raza se aproxima bastante. De manera típica, la élite rica fue blanca, europea, occidentalizada, y los pobres eran nativos, indios, negros y entremezclados. Las élites mayormente blancas tenían pocas relaciones con los otros países de la región. Estaban orientadas hacia Occidente, no hacia sus propias sociedades en el Sur.A raíz de los nuevos desarrollos en Suramérica, Estados Unidos se vio forzado a ajustar su política. El gobierno que ahora tiene apoyo de Estados Unidos -como Brasil, bajo Lula- podría muy bien haber sido derrocado en el pasado, como lo fue el presidente brasileño Joao Goulart en un golpe respaldado por Estados Unidos en 1964.Los principales controles económicos en los años recientes han venido del Fondo Monetario Internacional, que es virtualmente una rama del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.Argentina fue la niña mimada del Fondo Monetario Internacional hasta el crash del 2001. Argentina se recuperó, pero desacatando las reglas del FMI. Rechazó pagar sus deudas de acuerdo a lo estipulado y compró lo que faltaba de la deuda -parcialmente con la ayuda de Venezuela, en otra forma de cooperación.Brasil, a su manera, ha actuado en la misma dirección para liberarse del FMI. Bolivia había sido un obediente estudiante del FMI por alrededor de 25 años y concluyó con un ingreso per cápita más bajo del que tenía al comenzar. Ahora Bolivia se está librando del FMI, también, una vez más, con la ayuda de Venezuela.En Suramérica, Estados Unidos todavía traza una distinción entre los buenos y los villanos. Lula es uno de los buenos. Chávez y Morales son los villanos.Sin embargo, para mantener la línea del partido de Washington, es necesario sintonizar algunos de los hechos. Por ejemplo, cuando Lula fue reelegido en octubre, uno de sus primeros actos fue viajar a Caracas para apoyar la campaña electoral de Chávez. Además, Lula inauguró un proyecto brasileño en Venezuela, un puente sobre el río Orinoco, y discutió otros proyectos conjuntos.El ritmo está aumentando. Este mes, Mercosur, el bloque comercial de Suramérica, continuó su diálogo sobre la unidad suramericana en su reunión semestral en Brasil, donde Lula inauguró el Parlamento del Mercosur -otro prometedor signo de liberación de los demonios del pasado.


Copyright 2007 by Noam Chomsky (Distributed by The New York Times Sindicate).

28 enero 2007

El negocio de la guerra. Las acciones de las grandes compañías de defensa de EEUU duplican su valor desde la invasión de Iraq


El presupuesto de defensa estadounidense ha aumentado desde unos 300.000 millones en 2001 hasta casi 455.000 millones desde que Bush es presidente.


La guerra de Iraq ha vertido oro sobre decenas de compañías estadounidenses. Y pese a que, según la ONU, el país árabe se dirige irremediablemente “al abismo”, las acciones de los principales contratistas del Pentágono -Lockheed Martín, General Dynamics y Northrop Grumman- se han revalorizado desde la invasión de marzo de 2003 hasta alcanzar niveles inéditos.
Mientras el índice Dow Jones, el indicador más importante de Wall Street, ha subido en este período un 51%, la multinacional de armamento General Dynamics ha ganado un 170%, Lockheed Martín, el mayor contratista de defensa del mundo, se ha revalorizado un 100%, y la empresa Northrop Grumman ha subido más de un 60%.
La cuestión radica en que el progresivo aumento del presupuesto de defensa de EEUU desde que George W. Bush tomó las riendas de la Casa Blanca (desde unos 300.000 millones en 2001 hasta casi 455.000 millones en la actualidad, cifra que no incluye el presupuesto de Seguridad Interior ni el coste de las guerras en Afganistán e Iraq), beneficia enormemente a estas compañías. Entre 1998 y 2003, los diez principales contratistas del Pentágono obtuvieron un 38% de total del presupuesto, según un estudio del Centro para la Integridad Pública. Lockheed Martin, con 94.000 millones de dólares, encabeza la lista, seguida de Northrop Grumman y General Dynamics, con 34.000 millones cada una.
“Las acciones de las compañías de defensa de EEUU, que casi se han triplicado desde el comienzo de la ocupación de Iraq, no muestran señales de desaceleración… A todas las compañías de armamento –con muy pocas excepciones- les ha ido extremadamente bien, la mayoría ha tenido un crecimiento de sus beneficios de más de un 10% (…). La creencia de que los fabricantes de armas, aviones y buques acaban de iniciar su progreso ha impulsado las acciones de los principales contratistas del Pentágono a niveles nunca vistos”, señalaba ya en 2006 el periodista Bill Rigby, de Reuters, en el artículo Defense stocks may jump higher with big profits.
Aún más reseñable es el caso de Halliburton, la multinacional petrolera y de armamento presidida por el vicepresidente Dick Cheney entre 1995 y el año 2000. Sus acciones alcanzaron máximos el pasado verano por encima de los 40 dólares y actualmente acumula ganancias del 185% desde el comienzo de la guerra. El pasado mes de octubre la compañía anunció que sus ingresos trimestrales habían aumentado un 19% hasta los 58.000 millones de dólares.
Incumplidas promesas de reconstrucción
La lista de compañías relacionadas con el Pentágono no sólo incluye a gigantescas multinacionales, sino a una red de más de 100.000 contratistas y subcontratistas de servicios, corporaciones de seguridad privada y, sobre todo, firmas de reconstrucción, según el diario Washington Post (Census counts 100.000 contractors in Iraq, por Reane Merle). Acerca de la prometida reconstrucción, el nuevo plan para Iraq del presidente Bush recoge, junto a un aumento de las tropas de combate en 21.000 efectivos, un fondo de 1.000 millones de dólares para reparaciones y nuevas infraestructuras en un país absolutamente devastado por un conflicto que en marzo cumplirá su cuarto aniversario. No obstante, las empresas de reconstrucción que trabajan en Iraq han sido acusadas con frecuencia de eludir sus contratos.
Un informe sobre el terreno de Southern Exposure, una publicación del Instituto de Estudios del Sur, señala que, a pesar “del gasto de millones de dólares en piezas esenciales de las plantas de infraestructura eléctrica de Iraq, centrales telefónicas y sistemas de alcantarillado y saneamiento, éstos no han sido reparados o han sido arreglados tan mal que no funcionan”.
El estudio muestra que de un contrato de reconstrucción con Halliburton por valor de 2.2000 millones de dólares, la compañía gastó sólo un 10% en “necesidades comunitarias mientras que el resto fue empleado en dar servicio a soldados de EEUU y reconstruir oleoductos”. “Halliburton también empleó más de 40 millones de dólares en la fracasada búsqueda de armas de destrucción masiva”, concluye.
Las fuentes sobre el terreno consultadas por este diario corroboran tales supuestos. “La prometida reconstrucción no ha llegado, aquello sigue exactamente igual. De hecho, la situación es cada vez peor. Hay más muertos, cada vez hay más desplazados. Un 30% de los cristianos de Iraq han abandonado el país hacia Siria”, afirma Ángel García, presidente de Mensajeros de la Paz, la única ONG española con presencia en el país, y que el próximo 14 de febrero será recibido en el Vaticano por el Papa Benedicto XVI para intentar mediar en la crisis.
El caos sobre el terreno
Mientras la crisis se agudiza, el presidente Bush se enfrenta ahora a la oposición de la mayoría demócrata del Senado y del 70% del electorado estadounidense a su plan de enviar 21.500 soldados adicionales al país árabe, en el que el pasado año murieron más de 34.000 civiles en acciones violentas, según la ONU.
“A grandes rasgos, si la situación ya era sumamente compleja, la decisión de Bush de llevar más tropas a pesar de las recomendaciones del Grupo de Estudio sobre Iraq (autor del conocido Informe Baker) sólo puede actuar en sentido negativo. El tiempo va en su contra porque la violencia no hace más que agravarse”, señalan a este diario fuentes de la organización catalana Escola de Cultura de Pau .
La polémica decisión de aumentar las tropas “es un ejemplo muy claro de cómo una opción puramente militar no es una solución. En contraposición, debería fomentarse un diálogo interno que sea puramente inclusivo, que incluya todas las tendencias confesionales e incluso asociaciones civiles. Una entidad binacional (con los suníes, kurdos y chiíes de Bagdad al norte y una zona chií al sur del país) podría resolver cuestiones como el reparto de poder y el reparto de los recursos”, añaden.
Lo cierto es que el país sigue sumido en el caos. Ayer, tres explosiones en Bagdad dejaron 30 muertos y 83 heridos, según fuentes policiales iraquíes. Mientras, duros combates en pleno centro de la capital provocaron la muerte de 30 iraquíes y seis soldados estadounidenses, ampliando hasta más de 3.055 la cifra de bajas de EEUU desde el comienzo de la invasión.