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21 octubre 2005
Tala selectiva de maderas preciosas causa devastación en la selva amazónica
Nueva técnica satelital revela magnitud de la destrucción forestal
STEVE CONNOR THE INDEPENDENT
La selva del Amazonas está siendo destruida al doble de la velocidad calculada previamente, según los dramáticos resultados de nuevas mediciones vía satélite de la región. Científicos han descubierto que imágenes satelitales anteriores de la Amazonia no detectaron una forma de tala furtiva, igualmente destructiva pero menos evidente desde el espacio. Pero ahora, un equipo de especialistas estadunidenses y brasileños ha podido comprobar, por primera vez, el daño hecho por la "tala selectiva", que ocurre cuando se retiran uno o dos árboles, sin cortar los vecinos. Encontraron que la tala selectiva de la caoba y otras maderas preciosas -la cual es ilegal- está causando estragos en el área amazónica a la misma velocidad con que lo haría una explotación maderera convencional. Gregory Asner, uno de los líderes del estudio aparecido en la publicación Science, afirmó que una nueva técnica satelital ha producido una imagen impactante de la verdadera dimensión de la destrucción de la Amazonia. "Se ha monitoreado con satélites la deforestación en gran escala desde hace dos décadas, pero la tala selectiva había sido prácticamente invisible hasta ahora", señaló Asner, investigador del Instituto Carnegie y de la Universidad de Stanford, en California, ambas en Estados Unidos. "Con esta nueva tecnología podemos detectar huecos dejados por uno o dos árboles en la bóveda o techo de la selva." Imágenes convencionales de satélite han revelado que áreas de unos 9 mil 280 kilómetros cuadrados de selva amazónica se queman o talan cada año para usar esos suelos con fines agrícolas, ganaderos u otros desarrollos. Sin embargo, cuando los científicos utilizaron la nueva técnica para estimar el área que ha sido destruida por la tala selectiva, han encontrado una tasa comparable de deforestación, lo cual indica que la magnitud total de estos estragos, y la velocidad a la que ocurren, es del doble de lo que se pensó anteriormente. El volumen total de carbono liberado hacia la atmósfera como resultado de la tala selectiva, entre 1999 y 2002, fue de entre 10 y 15 millones de toneladas, calcularon los científicos. Esto representa un incremento de 25 por ciento sobre el flujo total de carbono proveniente de la Amazonia. "Esto fue totalmente sorpresivo para nosotros y muy alarmante para nuestros colegas, especialmente los que se interesan en la conservación de los ecosistemas, los cambios climáticos. También es muy alarmante para gobiernos como el brasileño, que deben hacer cumplir las leyes ambientales", señaló Asner. Vulnerabilidad selvática La tala selectiva ocurre cuando madereros van a un área virgen de la selva y cortan los árboles más valiosos, como la caoba, de manera individual, causando enormes daños en el proceso. "En promedio, por cada árbol que es removido, 30 o más pueden resultar severamente dañados en la operación. Esto ocurre cuando un árbol cae y tira los vecinos porque todos están conectados entre sí por ramas y lianas enredadas", señaló el experto. Asimismo, dijo, "estos bosques tienen áreas extraordinariamente dañadas debido a que la copa de un árbol puede medir 25 metros de diámetro. Cuando un árbol cae también destruye la capa del bosque formada por la vegetación de menor altura, que queda convertida en un manto lleno de despojos". Estudios de las zonas afectadas por la tala selectiva revelaron también que la luz penetra a través de los huecos dejados, lo cual reseca el suelo y la vegetación más baja y vuelve la selva más vulnerable a los incendios. La nueva técnica satelital desarrollada por científicos de Stanford y Carnegie permite a los expertos ver a través de la densa bóveda de la selva lo que ocurre debajo. Un indicio de la sobrexplotación es el hecho de que en la bóveda predomina la vegetación verde, mientras el suelo selvático está lleno de material muerto y tierra desnuda, apuntó Asner. Durante cuatro años los científicos obtuvieron las primeras mediciones completas de los efectos de la tala selectiva en la cuenca del Amazonas. "Encontramos mucha más tala selectiva de lo que cualquiera hubiera esperado. Entre 7 mil 300 y 12 mil 800 kilómetros cuadrados de deforestación anual se extienden a través de cinco estados de Brasil", aseguró Asner. Para asegurarse de que las mediciones desde el espacio eran correctas, científicos se internaron en la selva para comparar los datos satelitales con lo que se podía observar en el terreno. Sus hallazgos confirmaron las peores sospechas: la fotografía satelital convencional no había detectado la mitad de los daños causados por la tala ilegal. Sobre esto, Asner comentó: "El gobierno brasileño tiene leyes contra las operaciones ilegales de explotación maderera, pero no tiene capacidad de vigilar su cumplimiento dentro de toda la enorme área geográfica de la que estamos hablando. "No se puede tener un policía en cada rincón; nuestra idea es proporcionar a las autoridades estos resultados con la esperanza de que puedan aplicarlos en sus esfuerzos", concluyó Asner.
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