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26 diciembre 2005

ARGENTINA: El trabajo hogareño ahora paga


BUENOS AIRES, dic (IPS) - Limpian, cocinan, lavan, planchan y cuidan los niños, ancianos y enfermos. Todo lo hacen gratis. No son robots ni ángeles, sino mujeres encargadas de su hogar. Ese trabajo no mengua ni cuando llega la edad de retiro, pero al menos ahora en Argentina podrán acceder a la jubilación.

"Es una noticia formidable. Desde hace 20 años bregamos para que se reconozca que lo que hacemos las mujeres en la casa es un trabajo que se basa, fundamentalmente, en cuidar a los demás", declaró a IPS la presidenta del Sindicato de Amas de Casa de la oriental provincia de Santa Fe, Chavela Zanutigh.

De todas maneras, Zanutigh prefiere ser cauta. "Todavía la norma no se reglamentó y, cuando se haga, queremos que quede claro allí que si nunca aportamos al sistema previsional no fue por desidia sino porque jamás recibimos un ingreso por nuestro trabajo cotidiano", desafió la mujer.

El decreto presidencial, complementario de la ley sancionada en 2004, fue emitido a mediados de este mes y prevé que los trabajadores por cuenta propia, incluyendo las "amas de casa" como se les llama a las mujeres que atienden su hogar, puedan acceder a la jubilación mínima una vez alcanzada la edad correspondiente aunque no cumplan con los 30 años de aporte al sistema.

Muchos de los trabajadores y trabajadoras cumplían con el requisito de la edad, de 60 años para las mujeres y de 65 para los hombres, pero aún debían años de aporte.

Ahora, cuando se llega a la edad reglamentaria, el beneficiario o beneficiaria recibirá su jubilación y la deuda previsional que tenga se saldará mediante un plan de cuotas mensuales que se descontarán de esa pensión.

El pago mensual de jubilación mínima en Argentina es de 390 pesos (unos 130 dólares), y el descuento para estos casos nuevos no podrá superar 20 por ciento del ingreso total. Para muchas mujeres que superaron los 60 años y siguen a cargo de las responsabilidades domésticas, la norma despierta una gran expectativa.

"Imagínese, yo tengo 68 años y no sólo sigo haciendo todas las tareas de mi casa sino que además crío a mis nietos para que mi hija pueda salir a trabajar, les cocino y le ayudo con la limpieza a ella también", dijo a IPS Isabel Álvarez, una mujer que hace estas tareas gratis y que es candidata a recibir la nueva jubilación.

Pero los anuncios todavía no se difundieron con detalle. IPS consultó a la Administración Nacional de la Seguridad Social, encargada de las remuneraciones, y allí admitieron que "aún no hay información oficial" sobre cómo será el beneficio para las amas de casa que nunca aportaron al sistema previsional.

"Muchos todavía sostienen que la mujer que trabaja en su casa, en verdad, no hace nada", dice Zanutigh y, por lo tanto, se le niega un ingreso por su labor y también el derecho a jubilarse. "Se dice que se trata de una tarea que se hace por amor, pero eso no quita que deba tener un reconocimiento", argumentó.

"También es común escuchar que se dice que una mujer hizo pocos aportes porque 'trabajó hasta que tuvo los hijos', como si después de tenerlos la mujer no trabajara más, y en verdad sigue haciéndolo y quizás más que antes, solo que dentro de su casa", explicó.

El sindicato que lidera Zanutigh no reúne a mujeres que trabajan exclusivamente dentro del hogar. Entre sus integrantes hay profesionales y empleadas en diversos rubros. Pero casi todas comparten la "doble carga" de llegar a casa y ocuparse solas de la limpieza, de lavar la ropa o de supervisar la tarea escolar de los niños.

Para estas mujeres las tareas domésticas son parte de una identidad y rechazan la posición de organizaciones contrarias a la idea de estigmatizar a las mujeres en ese rol.

"Las mujeres que se oponen a este reconocimiento son feministas de los años 70 que resuelven el problema con una empleada doméstica", aseguró.

Según datos de las organizaciones que las congregan, en Argentina hay cerca de 750.000 empleadas domésticas que trabajan en hogares de clase media y alta. En 2003, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos informó que se trata de casi 15 por ciento de la ocupación femenina total.

Zanutigh consideró que, si se reconocieran las tareas de la casa con una remuneración y una jubilación para quien las realiza, se contribuiría a levantar la autoestima de muchas mujeres y se les abrirían otros horizontes, como por ejemplo la posibilidad de capacitarse en alguna tarea que le interese.

¿Cómo hacer para demostrar que una mujer trabaja en su casa? El sindicato considera que el pago de jubilación debe ser universal, ya que aun aquellas que trabajan fuera del hogar son responsables de las tareas domésticas. "El Estado tendría que ser el que demuestre que una mujer no trabajó en su casa, y no al revés", dijo.

La dirigente sindical también consideró que el beneficio debería otorgarse a aquellas personas que se ocupan de la "atención" de la casa, lo que incluye las tareas de limpieza pero también el cuidado de los niños, los ancianos y los enfermos. "Son todas labores por las que se paga en una sociedad capitalista", argumentó.

"Si esa tarea recae en un hombre, que el beneficio sea para él", desafió. Pero claro, las estadísticas indican que, al menos en este país, las labores de la casa recaen principalmente en ellas, sobre todo en los estratos más pobres de la sociedad, que constituyen casi 40 por ciento de la población total de hogares.

Según un estudio realizado en 2003 por el Centro de Estudios de Población, los varones que más participaban en tareas de la casa eran apenas seis por ciento de los encuestados y se involucraban en un porcentaje de la labor total que iba de 30 a 50 por ciento, con más intervención en el cuidado de los niños que en la limpieza.

"Esta escasa participación no varía mucho en hogares de distintos sectores sociales ni entre aquellos en los que las mujeres salen a trabajar", remarca aquel informe.

Por eso las mujeres del Sindicato de Amas de Casa consideran que esas tareas deben visibilizarse a través de un reconocimiento. "Si no es posible un ingreso universal, al menos que se brinde un mejor acceso a la vivienda, a la tierra, o al crédito para las mujeres que sostenemos la familia sin apoyo de nadie", defendió.

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