Nueva Orleans, al borde de la anarquía

18:00 (hora peruana)

Nueva Orleans, al borde de la anarquía

La impaciencia empieza a hacer estragos en Nueva Orleans, en una jornada en que las lluvias amenazan con complicar las inundaciones que ya sufre la mayor parte de la ciudad, como resultado del paso del huracán Katrina.
La cuna del jazz se ha convertido en una ciudad fantasma y su centro histórico, el Barrio Francés, está totalmente destrozado.
Todavía no hay una cifra oficial de muertos y las autoridades han insistido en que hasta que no hayan terminado con las labores de rescate y ayuda a los sobrevivientes, no se van a ocupar de esas estadísticas.
Pero hablan de cientos y tal vez de miles de muertos, solamente en Nueva Orleans.
Según la Casa Blanca, aproximadamente 250.000 kilómetros cuadrados, principalmente de los estados de Louisiana, Mississippi y Alabama, fueron afectados por el huracán.
Violencia
La situación del orden público en Nueva Orleans ha empeorado notablemente en las últimas horas, en gran parte debido a la ansiedad que comienzan a manifestar muchos de los damnificados, que ya llevan varios días sin suficientes alimentos o agua.
Dado el alto índice de violencia y los saqueos que se han presentado en casi toda la ciudad, y particularmente en el Barrio Francés, el alcalde Ray Nagin ordenó a la policía dejar de atender las labores de rescate para concentrarse en el mantenimiento del orden.
La situación es tan grave que el presidente George W Bush dijo que habrá "tolerancia cero" para quienes violen la ley en las áreas devastadas por el huracán.
Por su parte, el jefe de Seguridad Interior de Estados Unidos, Michael Chertoff, anunció que se cuadriplicarán los efectivos policiales en la zona.
Críticas
El domingo, cuando se ordenó la evacuación de la ciudad en un tiempo récord y se logró sacar a unas 600.000 personas, casi todo el mundo alabó la operación.
Pero ahora han surgido críticas de que las autoridades federales, regionales y municipales no han respondido debidamente a la emergencia.
Uno de los principales problemas es que los medios de transporte no alcanzan para tanta gente.
Aunque sigue funcionando el puente aéreo y decenas de helicópteros militares trasladan continuamente a personas desde los techos de las casas de las zonas inundadas hacia la autopista I-90, no hay suficientes autobuses para llevarlos desde allí a otras partes.
Se esperaba que el proceso fuera más expedito, pero muchas personas han estado más de 24 horas a la intemperie, esperando que los autobuses lleguen a recogerlos.
La gente está siendo trasladada desde Nueva Orleans hasta Baton Rouge, la capital del estado de Louisiana, ubicada a unos cien kilómetros al norte.
Desde allí están siendo distribuidos, algunos a refugios locales y otros a Houston, Texas, donde ha sido habilitado el estadio Astrodome del equipo de béisbol local.
Mientras tanto, en Nueva Orleans se ven pequeños grupos de personas vagando por todas partes.
Algunos caminan por las autopistas, sin destino fijo.