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01 marzo 2007

Informe revela que más del 80% de los indigenas de América Latina vive en la pobreza


Estudio del Banco Mundial revela que la mayor parte de los 28 millones de indígenas de la región no logra mejorar su nivel de vida al mismo ritmo que los habitantes no indígenas. Entre sus recomendaciones la entidad propone que se eleve la conciencia sobre las necesidades de estos pueblos a través de iniciativas complementarias, que aborden la pobreza y el desarrollo.

Pocas oportunidades económicas para los pueblos indígenas de América Latina

La lucha por salir de la pobrezaFUNORSAL es un ejemplo positivo del modo en que los indígenas se pueden unir y crear formas de sustento sostenibles para ellos y sus familias.
Sin embargo, en muchas partes de América Latina los pueblos indígenas luchan por aumentar sus ingresos.
Aunque en general la región ha logrado avances en cuanto a la lucha contra la pobreza en los últimos años, más de 80% de los pueblos indígenas de América Latina sigue viviendo en la pobreza más cruel, tendencia que ha sufrido leves cambios desde principios de los años noventa.
En Bolivia, por ejemplo, el ingreso mensual promedio de un hogar indígena alcanza sólo a la mitad de aquél de una familia no indígena.
Exclusión histórica
Un nuevo estudio del Banco Mundial, denominado “Oportunidades económicas para los pueblos indígenas de América Latina”, analiza el motivo por el cual la mayoría de los 28 millones de indígenas de América Latina no son capaces de aumentar su ingreso y mejorar su nivel de vida al mismo ritmo que los habitantes no indígenas.
“Según este informe, los bajos ingresos y la falta de recursos se refuerzan mutuamente”, señala Harry Patrinos, economista principal en educación para el Banco Mundial y coautor del informe.
“Un bajo nivel de educación impide acceder a empleos mejor pagados, mientras que la falta de crédito o acceso a maquinaria agrícola representa un obstáculo para aumentar la actividad agropecuaria”.
El estudio concluye que los pueblos indígenas se concentran en unas pocas ocupaciones, viven en zonas rurales y distantes y trabajan principalmente en la economía informal.
“Como resultado de su exclusión histórica, los pueblos indígenas aún tienen bajos niveles de capital humano, acceso limitado a tierras productivas, servicios básicos y mercados financieros e infraestructura de mala calidad”, explica Emmanuel Skoufias, economista principal del Banco Mundial y coautor del estudio.
Obstáculos para el éxito
El informe destaca algunas áreas clave en las que los pueblos indígenas se encuentran en desventaja:
Empleos e ingresos: en las zonas rurales, los indígenas tienen más probabilidades de desempeñarse como trabajadores agrícolas no capacitados que los habitantes no indígenas. En las zonas urbanas, están más propensos a trabajar en el sector informal sin contar con seguridad, beneficios sociales, atención de salud y seguro de desempleo. En Guatemala, por ejemplo, menos de 50% de los indígenas que viven en zonas urbanas trabajan en forma asalariada, en comparación con 65% de los no indígenas.
Distribución de la tierra: las parcelas de tierra de propiedad indígena pueden llegar a ser dos veces más pequeñas que las tierras de los no indígenas en Perú; en Ecuador, la cifra correspondiente puede llegar a ser ocho veces menor.
Acceso a servicios financieros: muy pocos hogares indígenas cuentan con acceso a crédito formal o informal. En la zona rural de Ecuador, los indígenas propietarios de negocios no pueden conseguir préstamos debido a las altas tasas de interés.
Acceso a infraestructura y servicios básicos: el acceso a agua potable y electricidad puede ayudar a aumentar la productividad y diversificar las actividades que generan ingresos. En México rural, la falta de acceso a caminos reduce el valor de las tierras.
Redes sociales: los indígenas mantienen fuertes lazos sociales que son importantes para su supervivencia y prosperidad. Y si bien en la actualidad estas redes los ayudan a encontrar trabajo, por lo general en el sector informal ya sea como trabajador agrícola o independiente, no sirven para acceder a otros tipos de empleo mejor pagados.
Qué hacer al respecto:
Patrinos y Skoufias sugieren dos áreas principales hacia las cuales dirigir el interés a fin de mejorar la lucha contra la pobreza de los pueblos indígenas de América Latina:
En primer lugar, diseñar programas de desarrollo para indígenas que combinen medidas destinadas mejorar la infraestructura con otras que aumenten el acceso a créditos, tierras, atención de salud, educación y nutrición. Entre los ejemplos se incluyen programas de transferencias condicionadas en efectivo (por ejemplo, Oportunidades en México) y programas para combatir la exclusión social (por ejemplo, el Proyecto de desarrollo para pueblos indígenas y afroecuatorianos de Ecuador i).
En segundo lugar, aumentar la conciencia respecto de las necesidades de los pueblos indígenas a nivel nacional e internacional. Por ejemplo, las comunidades indígenas podrían crear un vínculo entre el Segundo Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo, que finaliza en 2015, y los Objetivos de Desarrollo del Milenio i, los que deberían lograrse ese mismo año. Aquello podría ser útil para mejorar la recopilación de datos sobre el avance de los pueblos indígenas hacia los objetivos y buscar resultados específicos, como por ejemplo, aumentar las tasas de finalización escolar.

Fuente: http://web.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/BANCOMUNDIAL/EXTSPPAISES/LACINSPANISHEXT/0,,contentMDK:21237223%7EpagePK:146736%7EpiPK:146830%7EtheSitePK:489669,00.html

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