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NUEVA YORK.- Naciones Unidas hace un llamamiento para acabar con la cultura de impunidad de la violencia contra mujeres y niñas, que constituye un impedimento para lograr la igualdad de género, la paz y el desarrollo.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, varias agencias de la ONU se han unido en una sola voz para pedir el fin de la impunidad contra todos los tipos de violencia contra las mujeres, un problema que afecta a cada uno de los países del mundo.
"Cada día se comete violencia contra las mujeres y las niñas en cada uno de los países del mundo. Trasciende más allá de la política, la cultura, la religión, la raza, la clase, la edad y los ingresos. Sucede en tiempos de paz y durante conflictos armados", señala Rachel Mayanja, asesora especial de la ONU para cuestiones de género.
Asegura que la violencia contra las mujeres es una causa y consecuencia de la discriminación que sufren, y pide a los Estados miembros de la ONU hacer todo lo que esté en sus manos para acabar con este drama social.
Recuerda que sólo la mitad de los 192 países de la ONU cuentan con legislaciones para castigar la violencia doméstica, mientras que el número se reduce aún más cuando se trata de leyes para combatir el acoso sexual o la trata de blancas.
Ayudas del Fondo Fiduciario
Por su parte, la directora ejecutiva de UNIFEM, Noeleen Heyzer, hace hincapié en la necesidad de que la comunidad donante aumente los recursos para el Fondo Fiduciario de la ONU, que se creó hace 10 años, destinado a programas para poner fin la violencia contra las mujeres.
Hasta el momento, el mencionado fondo ha concedido 13 millones de dólares en subvenciones en 230 iniciativas en un centenar de países del mundo relacionadas con todo tipo de violencia, como la doméstica, la mutilación genital femenina, los matrimonios forzados y la falta de acceso a terapias para combatir el Sida.
"Poner fin a la violencia contra las mujeres y niñas es una pandemia que tiene solución. Se pueden hacer muchas cosas. A no ser que se mejore el sistema de justicia criminal de los países, la impunidad seguirá existiendo", indica. El Fondo Fiduciario, que cuenta para este año con 3 millones de dólares, también patrocina programas de capacitación y formación de jueces en países africanos, como Liberia, por lo que instó a una mayor inversión en el sector judicial.
"Existe un déficit institucional y de financiación para combatir la violencia contra las mujeres y niñas", acota.
El Consejo de Seguridad
Por otro lado, el Consejo de Seguridad de la ONU se ha unido a la petición con la adopción de una declaración presidencial en la que se pide acabar con la impunidad contra la violencia sexual, secuestro y tráfico del que son víctimas las mujeres en los conflictos armados. En el documento, también se insta a los Estados miembros a garantizar una mayor representación femenina en la toma de decisiones, tras reafirmar el valioso papel que realizan las mujeres en la resolución y prevención de conflictos.
Además, el Consejo de Seguridad aboga por una mayor participación de las mujeres en las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, en rangos superiores de gestión, pero también en posiciones como observadoras militares, policía civil, expertas en derechos humanos y asistencia humanitaria.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, varias agencias de la ONU se han unido en una sola voz para pedir el fin de la impunidad contra todos los tipos de violencia contra las mujeres, un problema que afecta a cada uno de los países del mundo.
"Cada día se comete violencia contra las mujeres y las niñas en cada uno de los países del mundo. Trasciende más allá de la política, la cultura, la religión, la raza, la clase, la edad y los ingresos. Sucede en tiempos de paz y durante conflictos armados", señala Rachel Mayanja, asesora especial de la ONU para cuestiones de género.
Asegura que la violencia contra las mujeres es una causa y consecuencia de la discriminación que sufren, y pide a los Estados miembros de la ONU hacer todo lo que esté en sus manos para acabar con este drama social.
Recuerda que sólo la mitad de los 192 países de la ONU cuentan con legislaciones para castigar la violencia doméstica, mientras que el número se reduce aún más cuando se trata de leyes para combatir el acoso sexual o la trata de blancas.
Ayudas del Fondo Fiduciario
Por su parte, la directora ejecutiva de UNIFEM, Noeleen Heyzer, hace hincapié en la necesidad de que la comunidad donante aumente los recursos para el Fondo Fiduciario de la ONU, que se creó hace 10 años, destinado a programas para poner fin la violencia contra las mujeres.
Hasta el momento, el mencionado fondo ha concedido 13 millones de dólares en subvenciones en 230 iniciativas en un centenar de países del mundo relacionadas con todo tipo de violencia, como la doméstica, la mutilación genital femenina, los matrimonios forzados y la falta de acceso a terapias para combatir el Sida.
"Poner fin a la violencia contra las mujeres y niñas es una pandemia que tiene solución. Se pueden hacer muchas cosas. A no ser que se mejore el sistema de justicia criminal de los países, la impunidad seguirá existiendo", indica. El Fondo Fiduciario, que cuenta para este año con 3 millones de dólares, también patrocina programas de capacitación y formación de jueces en países africanos, como Liberia, por lo que instó a una mayor inversión en el sector judicial.
"Existe un déficit institucional y de financiación para combatir la violencia contra las mujeres y niñas", acota.
El Consejo de Seguridad
Por otro lado, el Consejo de Seguridad de la ONU se ha unido a la petición con la adopción de una declaración presidencial en la que se pide acabar con la impunidad contra la violencia sexual, secuestro y tráfico del que son víctimas las mujeres en los conflictos armados. En el documento, también se insta a los Estados miembros a garantizar una mayor representación femenina en la toma de decisiones, tras reafirmar el valioso papel que realizan las mujeres en la resolución y prevención de conflictos.
Además, el Consejo de Seguridad aboga por una mayor participación de las mujeres en las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, en rangos superiores de gestión, pero también en posiciones como observadoras militares, policía civil, expertas en derechos humanos y asistencia humanitaria.
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