AFP
Washington, 23 de diciembre. El Banco Mundial utiliza con demasiada frecuencia los resultados de sus estudios para hacer proselitismo en favor de sus propias políticas sin profundizar suficientemente, afirma un grupo de expertos independientes que realizó una evaluación de los estudios realizados o encargados por el banco.
El estudio, supervisado por cuatro renombrados expertos en desarrollo internacional, revisó cerca de 4 mil documentos, libros e informes publicados por el banco entre 1998 y 2005.
Los expertos realizan críticas sustanciales a la manera en que se usa la investigación para hacer proselitismo en favor de las políticas del banco, a menudo sin un abordaje equilibrado de los hechos y sin el necesario escepticismo, indica el informe de los auditores, entre los que se halla Kenneth Rogoff, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Las investigaciones internas que son favorables a las posiciones del Banco obtienen una gran relevancia, mientras que los análisis críticos son ignorados", afirma el cuarteto de auditores.
François Bourguignon, vicepresidente y economista jefe del Banco Mundial (BM), quien encargó la auditoría, dijo que la evaluación había sido "profunda y precisa" y subrayó el hecho de que el informe destacara que 61 por ciento de los trabajos examinados por los auditores habían sido considerados "por encima del promedio o de calidad superior".
Pero la organización multilateral no dio demasiada publicidad a este informe crítico. "Hizo falta tanto tiempo para que se hiciera público que ya olvidé los detalles de su contenido", ironizó uno de sus autores, Angus Deaton, profesor de economía en la universidad de Princeton.
El texto se presentó hace un año y se basó en el análisis de 4 mil trabajos publicados entre 1998 y 2005, precisó Deaton.
"No es que sólo se encarguen investigaciones que tengan conclusiones predeterminadas", explicó. Pero "entre los trabajos seleccionan a los que apoyan las posiciones de la dirección (...). Es esto lo que criticamos, más que las propias investigaciones", añadió.
"La dirección del banco vende ciertos resultados más que otros, lo que es legítimo, pero pienso que hay un límite más allá del cual uno no puede decir que los elementos de la investigación sostienen determinada cosa, cuando sólo se dispone de conclusiones débiles o contradictorias", acotó.
El informe cita entre otros un estudio del Banco Mundial que afirma que "el crecimiento es bueno para los pobres".
"Consideramos como una gran falla de los sistemas de control internos del banco el hecho de que éste difundiera repetidas veces estas conclusiones empíricas y preliminares sin reconocer que eran frágiles e inciertas", afirma el documento.
"Se trata más de una cuestión de calificación y de escepticismo", subraya Angus Deaton. "Si uno hace demasiado a menudo esto, la gente dejará de creer que el Banco realiza investigaciones imparciales".
El estudio, supervisado por cuatro renombrados expertos en desarrollo internacional, revisó cerca de 4 mil documentos, libros e informes publicados por el banco entre 1998 y 2005.
Los expertos realizan críticas sustanciales a la manera en que se usa la investigación para hacer proselitismo en favor de las políticas del banco, a menudo sin un abordaje equilibrado de los hechos y sin el necesario escepticismo, indica el informe de los auditores, entre los que se halla Kenneth Rogoff, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Las investigaciones internas que son favorables a las posiciones del Banco obtienen una gran relevancia, mientras que los análisis críticos son ignorados", afirma el cuarteto de auditores.
François Bourguignon, vicepresidente y economista jefe del Banco Mundial (BM), quien encargó la auditoría, dijo que la evaluación había sido "profunda y precisa" y subrayó el hecho de que el informe destacara que 61 por ciento de los trabajos examinados por los auditores habían sido considerados "por encima del promedio o de calidad superior".
Pero la organización multilateral no dio demasiada publicidad a este informe crítico. "Hizo falta tanto tiempo para que se hiciera público que ya olvidé los detalles de su contenido", ironizó uno de sus autores, Angus Deaton, profesor de economía en la universidad de Princeton.
El texto se presentó hace un año y se basó en el análisis de 4 mil trabajos publicados entre 1998 y 2005, precisó Deaton.
"No es que sólo se encarguen investigaciones que tengan conclusiones predeterminadas", explicó. Pero "entre los trabajos seleccionan a los que apoyan las posiciones de la dirección (...). Es esto lo que criticamos, más que las propias investigaciones", añadió.
"La dirección del banco vende ciertos resultados más que otros, lo que es legítimo, pero pienso que hay un límite más allá del cual uno no puede decir que los elementos de la investigación sostienen determinada cosa, cuando sólo se dispone de conclusiones débiles o contradictorias", acotó.
El informe cita entre otros un estudio del Banco Mundial que afirma que "el crecimiento es bueno para los pobres".
"Consideramos como una gran falla de los sistemas de control internos del banco el hecho de que éste difundiera repetidas veces estas conclusiones empíricas y preliminares sin reconocer que eran frágiles e inciertas", afirma el documento.
"Se trata más de una cuestión de calificación y de escepticismo", subraya Angus Deaton. "Si uno hace demasiado a menudo esto, la gente dejará de creer que el Banco realiza investigaciones imparciales".
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