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18 marzo 2007

Miles de personas salen a la calle en Washington para manifestarse contra la invasión de Iraq


Miles de personas salieron ayer a la calle en las principales capitales del mundo para protestar una vez más contra la guerra de Iraq en el cuarto aniversario del comienzo de la invasión liderada por Estados Unidos. Uno de los actos más multitudinarios y significativos fue la marcha convocada en Washington entre el monumento a los veteranos de la Guerra de Vietnam y el Pentágono, que reunió a unas 30.000 personas. Más de 200 pacifistas que se concentraron ante la Casa Blanca fueron detenidos.


El acto fue convocado por la organización Act Now to Stop War and End Racism (ANSWER, Actúa Ahora para Parar la Guerra y Acabar con el Racismo), formación que cuenta con el apoyo de Cindy Sheehan, una de las madres que perdió a su hijo en Irak y que se ha convertido en todo un símbolo para los activistas estadounidenses.
La marcha quiso recordar la gran manifestación del 21 de octubre de 1967, una nueva "Marcha al Pentágono" que en aquella ocasión quería denunciar la Guerra de Vietnam. Sin embargo, la marcha de hace cuarenta años concluyó con graves disturbios entre las autoridades y los 50.000 manifestantes concentrados.
Entre los manifestantes podía encontrarse a militares en activo que se unieron a la marcha. La normativa vigente permite a los militares unirse a las manifestaciones, pero limita lo que pueden decir.
En la Avenida de la Constitución, con el Monumento a Lincoln al fondo, la Policía estadounidense tuvo que separar a dos grupos de manifestantes, unos a favor y otros en contra de la guerra de Irak. Gathering of Eagles (Reunión de Águilas) convocó a militares veteranos y partidarios de la guerra para intentar contrarrestar la marcha y, según ellos, impedir que el monumento a los veteranos de la Guerra de Vietnam sea "profanado".

Doscientos detenidos
Doscientas veintidós personas fueron arrestadas tras la manifestación en Washington celebrada la noche del viernes contra la guerra en Iraq, que cumple el próximo martes 20 de marzo su cuarto aniversario, según declaró hoy domingo el teniente de Policía Scott Fear, por detenerse delante de la Casa Blanca en contra de la ley que obliga a todos los manifestantes en cualquier protesta a avanzar sin detenerse delante de la residencia presidencial.
Así, el cuarto aniversario de la invasión de Iraq será recordado en Estados Unidos con numerosos actos organizados por grupos pacifistas que culminarán con una gran manifestación a la que está previsto que acudan unas 30.000 personas que recorrerán la distancia que separa el monumento a los veteranos de la Guerra de Vietnam y el Pentágono, sede del Departamento de Defensa. Otras manifestaciones más pequeñas tendrán lugar en otras ciudades del país.
Los actos comenzaron anoche con un acto en el que miles de cristianos se congregaron en la Catedral Nacional de Washington para rezar por la paz. Tras la ceremonia, los participantes marcharon entre la nieve hasta la Casa Blanca, donde fueron detenidos por la Policía. Los manifestantes fueron detenidos por la Policía poco antes de la medianoche.
'Les hicimos tres advertencias y ellos rompieron las reglas', dijo el teniente Scott Fear. 'Hay una zona de la acera de la Casa Blanca donde hay que seguir moviéndose'.
Un centenar de personas cruzó la calle desde el Parque Lafayette, donde miles de manifestantes se reunieron, para protestar en la acera de la Casa Blanca, el viernes por la noche. Los agentes esposaron a varios manifestantes y los introdujeron en furgones policiales.
Las luces de la Casa Blanca permanecían a apagadas durante las protestas, ya que el presidente se encuentra este fin de semana en su residencia de Camp David, en Maryland.
La coalición ecuménica que organizó la protesta, Christian Peace Witness for Iraq (Testigos Cristianos de la Paz para Irak), distribuyó 3.200 entradas para acudir al servicio religioso de la catedral. La iglesia se llenó a pesar de que el aguanieve y la nieve impidieron que algunos llegaran.
'Esta guerra, desde un punto de vista cristiano, es un error moral, y lo era desde el principio', manifestó al finalizar el servicio el reverendo Jim Wallis, fundador de uno de los grupos que organizó el acto. 'Esta guerra es una ofensa a Dios', añadió entre los aplausos de los fieles.


Protestas por todo el país


Marchas en Washington, Nueva York y Los Angeles, entre otras ciudades, símbolos de paz trazados por antorchas en un parque, un campamento frente al Capitolio, acciones de desobediencia civil frente a la Casa Blanca y en Wall Street, vigilias y foros y otros actos se realizan por todo el país en oposición a la política bélica de George W. Bush, durante el cuarto aniversario de la invasión de Irak.
Con entre 58 mil y 655 mil iraquíes muertos (dependiendo del cálculo), decenas de miles heridos, el desplazamiento de unos 4 millones de civiles por la guerra, una infraestructura destruida en una conflagración con un gasto estadunidense hasta ahora de 400 mil millones (y sólo entre 30 mil millones y 45 mil millones en gastos para "reconstrucción"), y del lado estadunidense más de 3 mil muertos, por lo menos 20 mil heridos, aproximadamente unos 250 mil con padecimientos por el síndrome del estrés postraumático, un tercio de todos los soldados que regresan de Irak o Afganistán con problemas de salud mental y, según un cálculo, alrededor de 60 mil matrimonios desechos, esta guerra continuará arrojando más cifras sangrientas.
Expertos calculan que más de 3 mil iraquíes y 100 estadunidenses morirán durante cada mes que continué esta guerra.
Por su parte, activistas antiguerra informaron que se realizarán más de mil acciones locales durante los próximos cuatro días para marcar el comienzo del quinto año de la guerra.
Hoy domingo, la coalición nacional antiguerra United for Peace and Justice (UPFJ) realizará una marcha en Nueva York, mientras que las mil 400 organizaciones integrantes de la coalición han anunciado cientos de manifestaciones de protesta en los 50 estados del país.
Entre estas acciones de protesta destaca una manifestación en Fayetteville, Carolina del Norte, convocada para este sábado con familiares y veteranos de guerra bajo la consigna "apoya a las tropas, que regresen a casa ahora".
También habrá caravanas de veteranos de guerra que viajarán a Nueva Orleáns, y tres días de acciones de desobediencia civil en ciudades por todo el país.
En Austin, Texas, se está convocando a una marcha de "un millón de músicos", y en Salt Lake City, Utah, habrá una protesta por la paz; en Maine se realizan cientos de vigilias, en Portland, Oregon, se lleva a cabo un "campamento por la paz", entre diversas acciones programadas para los próximos días.
El lunes 19 de marzo es el aniversario que marcan todas estas actividades de repudio.
"El movimiento antiguerra se está movilizando de nuevo en las calles en grandes números para demandar el fin inmediato de la guerra en Irak... Por todo el país, la gente está marcando el cuarto aniversario de esta horrenda guerra y hace que se escuche su voz en las plazas y espacios públicos dentro de sus propias comunidades", afirmó Leslie Cagan, coordinadora nacional de UPFJ.
El jueves anterior, varios activistas de Código Rosa fueron arrestados al intentar ingresar a una reunión del Comité de Apropiaciones de la Cámara, que estaba considerando el financiamiento de la guerra en Irak.
"A los demócratas les fue dado un mandato por la paz en la elección de noviembre, pero están permitiendo que un proyecto de ley sea presentado ante el pleno que permitirá que la guerra continúe hasta 2008, en lugar de usar su autoridad para cortar los fondos para la guerra", dijo Medea Benjamín, al describir la razón de la protesta, una de varias que han continuado, junto con esfuerzos de cabildeo y presión al Congreso de activistas a escala nacional.
Veteranos y soldados en activo, familiares de soldados que murieron en la guerra, estudiantes y veteranos del movimiento por la paz durante la guerra en Vietnam, junto con una multitud de organizaciones locales y nacionales, participarán en la marcha al Pentágono y cientos de acciones más.
Fernando Braga, veterano de la guerra en Irak, regresó a Nueva York (es originario del Bronx) y se sumó a los esfuerzos para detener la conflagración y defender a sus camaradas de armas.
"No vemos gran cambio si son demócratas o republicanos en el poder; todos quieren mantener el dominio de Estados Unidos en el golfo Pérsico", dijo aquí la semana pasada en un foro. "Esta guerra es parte de un proyecto imperialista más grande".

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